Mientras el Gobierno nacional celebró al cierre de 2024 echar a más de 35 mil empleados públicos, en la provincia ninguno perdió su empleo. Walter Correa, ministro de Trabajo bonaerense, lo repite a diario. Y Fabiola Mosquera, al frente de UPCN sección Provincia, avala la moción. No con obsecuencia, sino con el reconocimiento a la necesidad de contar con trabajadores capacitados en el Estado para atender aquellas demandas de las que el Gobierno nacional se desliga.
Y lo hace, entre otras maneras, esmerilando la presencia de organismos como PAMI o la ANSES en municipios de la provincia de Buenos Aires. “El 60 por ciento de los despedidos de la Nación se dan en la provincia, donde deja más desocupados y familias sin salarios”, indica Mosquera.
Con este cuadro de situación, la dirigente gremial conversa con Buenos Aires/12 y pone en valor el esfuerzo de Axel Kicillof para sostener la educación, la salud y la seguridad con un plantel de empleados públicos que es el segundo más bajo en relación a su población entre todas las provincias.
Según el último informe de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales en 2022, la provincia de Buenos Aires tiene 37 trabajadores estatales cada 100 mil habitantes. Sólo Córdoba está por debajo, con 32 cada cien mil. En la cima de la tabla está Tierra del Fuego, con 128 empleados cada 100 mil habitantes.
Por eso, para Mosquera, mientras Javier Milei cierra la Secretaría de Hábitat cuando la vivienda es una demanda sistémica del interior bonaerense o reduce el plantel y asfixia al hospital Lucía Bonaparte, el único de salud mental que depende de la Nación en un serio contexto para la materia, Kicillof pregona un modelo antagónico.
“En la Nación aprietan a los gremios para que acepten un 1 por ciento de aumento porque sino no hay ningún aumento, y en Provincia tenemos un aumento del 9 por ciento, con un 7 que se cobra en febrero y un 2 que se cobra en marzo”, detalla la dirigente sindical. “Sabemos que no alcanza, pero acá se está regularizando y jerarquizando a los trabajadores y, en paralelo, respetando a los gremios y haciéndolos parte de todos los informes de la situación económica provincial”, apunta.
Mosquera destaca que a pesar de las políticas de Milei direccionadas a perjudicar a la provincia de Buenos Aires producto de recortes presupuestarios, “el gobernador ha hecho un gran esfuerzo por concretar aumentos, por decirlo, cerca de la inflación”.
—¿Por qué la expresión irónica?
—Porque la inflación de Milei es mentirosa, porque la carne sube un 10 por ciento, porque día a día nunca alcanza para pagar los impuestos. ¿De qué baja de impuestos hablan? Que regularicen los monopolios en vez de meterse con los trabajadores o hablar de precios adelantados. Es una tomada de pelo. Lo que me deja tranquila es que la gente no es tonta y sabe que el poder adquisitivo no le alcanza.
Jerarquización
Mosquera pone en valor las últimas negociaciones paritarias, no sólo por el incremento, salarial, sino por las mejoras en otros aspectos que incluyen el pase a planta temporaria de trabajadores de salas y escenarios en el área de Cultura. Este tipo de medidas son, para la cabeza de UPCNBA, los ejemplos de jerarquización que incentivan al empleado público.
En esta sintonía, se acordó una bonificación del 125 por ciento que irá directo al básico de los profesionales de grado afines a la tarea que desarrollan en el Estado, lo que incluye a informáticos. Ese pago será escalonado, entre mayo de este año y mayo de 2026. Es un aumento que, en total, equivale a un 20 por ciento de un salario neto. “Esto es poner en valor a los profesionales”, indica Mosquera.
La dirigente gremial asegura que “siempre se busca más excelencia profesional, este gobierno provincial la quiere, pero queremos que sea remunerada”. Además, no pasa por alta que el acuerdo paritario incluyó la apertura de las mesas técnicas de la carrera administrativa en mayo y, dice, “si tienen que haber calificaciones y puntajes, que las haya”.
Este punto despertó conflictividad, meses atrás, por parte de la Nación. Anunciaron que se le tomaría examen de idoneidad a todos los trabajadores del Estado nacional. “Les tomaron examen a los profesionales de la salud preguntándoles de historia, matemática y lengua a un médico que estudió diez años medicina, entonces, lo que se buscaba era despedir”, advierte Mosquera.
“Nosotros buscamos que se puedan formar, que tengan un respaldo económico mayor, y queremos seguir capacitando y perfeccionado, pero lo que hicieron a nivel nacional fue una tomada de pelo para seguir echando”, subraya.
Respecto a la discusión sobre la modificación o modernización de convenios colectivos de trabajo, Mosquera acepta el debate, pero aclara que "no lo haría con este Gobierno porque no confío en lo que se pueda acordar".
La importancia de generar empleo
La titular de UPCNBA también se adentra en el ámbito privado. Dice que “se necesita una generación de empleo desde la producción, algo que el Gobierno nacional está parando”. Así, vuelve a comparar la órbita provincial y destaca la continuidad de la obra pública. “Nos hablan de seguridad cuando acá se están construyendo cárceles, nos hablan de educación y acá no se deja de construir escuelas, y todo en el marco de un recorte feroz a todas las provincias”, indica.
El propio ministro de Economía provincial, Pablo López, mostró un balance de la situación de desempleo en el país. Detalló que se perdieron 130 mil puestos de trabajo registrados en el ámbito privado, donde 90 mil, aproximadamente, fueron en el sector de la industria y la construcción.
A pesar de obtener más del 45 por ciento de los votos en el balotaje, Mosquera considera que, a raíz de este modelo económico, “no hay ni un mileísta en la provincia de Buenos Aires”. A su juicio, la sociedad analiza lo que sucede y, “como dijo Axel, muchos votaron un combo que no sabían que incluían los recortes en salud o el ataque a los abuelos, pero ahora tendrían que estar arrepentidos”.
Señala que, en encuentros con afiliados y delegados, insiste con la sindicalización de los trabajadores. “Estarlo significa tener contención, servicios, capacitarse, y significa igualdad y solidaridad”, apunta. “Hay que hablar y no asustar a los trabajadores, pero marcar que Milei no dijo la verdad y la casta terminaron siendo los trabajadores”, sostiene.