Juan Monteverde, líder de Ciudad Futura, encabeza la lista de la alianza "Más para Santa Fe", que integran además el espacio oficial del Partido Justicialista, el Frente Renovador, el Movimiento Evita, entre otros, como candidato a convencional constituyente y, al mismo tiempo, se postula como precandidato a concejal en Rosario. La coalición, que encarna esta lista busca representar una amplia diversidad dentro y fuera del peronismo. Junto a Monteverde, figuran en los primeros lugares Alejandra Rodenas, Diego Giuliano, Lucila De Ponti y Pablo Corsalini. Con una fuerte presencia política y territorial, su doble candidatura busca consolidar su espacio y ampliar su influencia en la política santafesina. Monteverde se apresta a su primera elección provincial, lo que implica un enfrentamiento con pesos pesados en la elección de convencionales, allí disputará con el gobernador Maximiliano Pullaro, la mediática Amalia Granata y el senador Marcelo Lewandowski, entre otros. "Hoy, la crisis es diferente y nos obliga a repensar la democracia y cómo reconstruir la relación entre la política y la sociedad", dijo a Rosario/12.
-Vos hiciste toda la carrera en política como hacían todos en algún momento: militancia, construcción institucional y después en otros niveles de la comunidad. ¿Cómo explicarías esta carrera política ascendente?
-Lo mío no es una carrera individual, sino una construcción colectiva, yo empecé la militancia barrial y territorial. Nunca milité en la universidad. Nosotros arrancamos con nuestro propio movimiento social y fuimos a militar donde entendíamos que más hacía falta la presencia de la política. Desde el inicio, tuvimos la hipótesis de que la política y la democracia estaban en crisis, y que esto excedía los turnos electorales. Hoy, al encabezar un proyecto amplio en Santa Fe, en un contexto tan complejo, creo que esa hipótesis se confirmó. Lo que está en crisis no es un partido, ni un conjunto de ideas, ni siquiera la justicia social o el Estado en sí, sino la democracia como sistema para convivir y garantizar el bienestar colectivo.
-En ese sentido, ¿qué se juega en la situación política actual?
-Cuando comenzamos a militar, entendimos que había que construir un proyecto desde abajo hacia arriba. Si no se sutura la distancia entre la política y la gente, el sistema estalla. Ya lo vimos en 2001 y, ahora, con la llegada de un presidente anarcocapitalista, vivimos otra explosión. En aquel entonces, la crisis de representación llevó a una recomposición de la política con la llegada del kirchnerismo, donde se conquistaron derechos y la juventud recuperó protagonismo. Hoy, la crisis es diferente y nos obliga a repensar la democracia y cómo reconstruir la relación entre la política y la sociedad.
-El acuerdo con el peronismo, ¿con qué enfoque lo abordaste? ¿Con el de Enrique de Navarra con su “París bien vale una misa” o el del Papa Francisco, que dice que “la unidad es más importante que el conflicto”.
-Sin duda, con Francisco. Lo que estamos construyendo no es un proyecto personal sino un frente democrático. En los últimos meses, hablé con sectores políticos que considero dentro del campo democrático, y aunque algunos aún no están en este espacio, confío en que en 2027 estaremos todos juntos. Es la primera experiencia en Argentina, en estos tiempos, de un frente democrático amplio que prioriza la defensa de la democracia frente a la deriva autoritaria de Milei. Esto es posible porque en el 2023 todos nos animamos a hacer una primaria, que fue un ejemplo, que fue democrática, limpia, donde los ganadores ganaron, los que perdieron acompañaron y fuimos todos juntos y logramos despertar una esperanza en Rosario. Jamás en la historia de la ciudad la oposición sacó tantos votos como en esa elección, estuvimos muy cerquita de ganar y terminar con un proyecto que lleva más de 30 años. Esa esperanza que nosotros generamos en Rosario con un grupo de compañeros y compañeras de distintas procedencias es lo que posibilita estar hoy acá.
-¿Cómo se logra construir esa unidad en un contexto de fragmentación?
-Este frente democrático no trata solo de defender los derechos conquistados, sino también de ir por los que nunca tuvimos. No es un frente a la defensiva, sino un proyecto de transformación. Hoy nos están saqueando, ya sea a través de la pérdida de derechos, recursos naturales o herramientas para el futuro, y estamos paralizados porque cada uno defiende su lucha de manera aislada. La clave es unirnos y ofrecer un horizonte de esperanza.
-Se viene una reforma constitucional en la provincia. ¿Cuáles son los temas centrales que deberían abordarse en la convención constituyente?
-Quiero una constitución que garantice que no importe en qué lugar de la provincia de Santa Fe te haya tocado nacer, si en una ciudad grande como Rosario, en un pueblo del norte, en Venado Tuerto, o dónde sea, sino en que vos tengas todas las oportunidades, independientemente de tu origen. Además, la reforma, no puede quedar solo en la reelección de un gobernador; ése es un tema menor. La reforma constitucional debe garantizar que los derechos no sean letra muerta, sino realidades operativas en la vida cotidiana. Hoy la democracia se limita a votar cada dos años, pero necesitamos instituciones que permitan una participación más activa y cercana a la gente. Además, la revolución tecnológica nos obliga a repensar el mundo del trabajo y el rol del Estado. Si queremos garantizar que todos puedan desarrollar su proyecto de vida, el Estado debe estar presente de una manera más eficiente, articulando con la comunidad organizada. Pensaba en este emblema de Milei de “el respeto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo” y nos prometen libertad, pero lo único que quieren es controlar para que todos sean iguales a ellos y perseguir al que es distinto. Uno podría estar de acuerdo con el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo en tanto y en cuanto vos tengas las herramientas para realizar ese proyecto de vida. Y para garantizar eso debemos dar un fuerte debate en la asamblea constituyente. Para eso planteo que hay que cambiar a las instituciones por las cuales tomamos las decisiones. Hoy vos tenés que los Concejos deliberantes, las Legislaturas, funcionan de la misma manera que en el siglo XIX. Bueno, ahí hay un problema. Yo estoy dispuesto a que discutamos. En el caso de Rosario, este Concejo que tenemos, ¿a quién le sirve? Ese es el desafío que estamos dispuestos a abordar.
-Desde ciertos sectores se te ha etiquetado con preconceptos ideológicos. ¿Cómo manejás esas diferencias con el peronismo?
-En la campaña de 2023, logramos en Rosario construir un espacio plural. Cuando recorrí la ciudad, lo que encontré no fue un aparato político peronista, sino compañeros con los mismos sueños y luchas. La esperanza que generamos en esa elección nos permitió estar hoy construyendo un proyecto para toda la provincia de Santa Fe. Más allá de nuestras diferencias de origen, compartimos la voluntad de transformar la realidad. Eso es lo importante, aquello que nos une y no lo que nos distancia. El desafío no solo fue construir consensos hacia fuera, sino también hacia adentro y de a poco lo fuimos logrando.
-Esta es tu primera campaña provincial y, además, sos padre reciente. ¿Cómo equilibrás ambos desafíos?
-Es un gran desafío, pero Luquita, mi hijo, nació en una familia militante. Estuvo presente en muchas de las reuniones que hicieron posible este frente democrático. Con Caren (Tepp), mi compañera, recorreremos la provincia con él, porque creemos en este proyecto. Es parte de nuestra vida y lo llevamos adelante con convicción y amor cuando se entiende la política como forma de vida, no como un trabajo, no como un oficio o una profesión. Nos levantamos todos los días queriendo cambiar el mundo por esa generación de pibes que van naciendo, por mi propio hijo. La lucha contra las injusticias, contra las desigualdades, se volvió también una lucha personal. Y eso nos da toda la energía y todo el ánimo para salir a dar una pelea muy desigual, pero que para mi forma de entender la vida es crucial.
-Para cerrar, ¿qué mensaje le darías a los santafesinos?
-Que esta lucha no es solo de los partidos políticos, sino de todos. Convoco a cada santafesino y santafesina a sumarse desde su lugar, a involucrarse y a dar la pelea por un futuro mejor. No hay luchas menores, todas son parte de la misma causa: construir una provincia más justa, con igualdad de oportunidades y un Estado presente para garantizar los derechos de todos.