El cripto-escándalo pone una pausa, de derivaciones finales desconocidas, en la marcha fanfarrona de los Milei. Por primera vez en lo que va de su gestión, quedaron arrinconados y sin mayores recursos para defender al Presidente con efectividad.
En el propio Gobierno están estupefactos, claro que no por razones morales ni cosa que se le parezca. Excepto por la hermanísima, nadie estaba al tanto de Shitcoin, en la jerga de ese mundo.“Soy asesor de Javier Milei”.