En 2023 Ciro Seisas fue electo senador por el departamento Rosario con alrededor de 315 mil votos. Poco más de un año después, buscará sostener ese caudal para lograr la banca a convencional constituyente por el mismo distrito.  “El deber de los que venimos del campo de la comunicación es transformarnos en funcionarios eficientes”, evaluó. En diálogo con Rosario/12 se refirió a la reforma constitucional que se avecina y la importancia de dar rango constitucional a muchas políticas que el gobierno provincial viene desarrollando en su gestión. Proclama una Constitución moderna que "contemple una mirada en la que no haya lugar para interpretaciones". Además celebró el funcionamiento de Unidos, pese a la diversidad ideológica de sus integrantes: “En Santa Fe, junto a la Región Centro, se está gestando una forma de entender la política como un gran acuerdo”. 

- Compite en el mismo distrito y con el mismo electorado en donde sacó más de 300 mil votos hace un año. ¿Corre con ventaja?

- Cuando hicimos la campaña para el Senado nos interesaba poner en valor la idea de transformar la política, de ir por cambios profundos en el Poder Judicial, por la autonomía de la ciudad, por ampliar derechos. Eso es lo que la gente escuchó y tuvimos un gran acompañamiento. Pero creo que es una foto de ese momento. Nosotros estamos confiados en que venimos haciendo un gran trabajo y acompañando desde lo legislativo las distintas políticas del gobierno.

- ¿Qué aspectos debe abordar la reforma?

- Nosotros trabajamos sobre una batería de medidas que hoy son hechos y no se quedaron en una plataforma de campaña. Lo que vamos a hacer es profundizar ese camino en el avance de una Constitución moderna que contemple una mirada en la que no haya lugar para interpretaciones. Puedo citar muchísimos ejemplos como la Ley de Emergencia en Seguridad, apuntando en el servicio penitenciario donde entendíamos que estaba el gran problema; el fortalecimiento del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que nos permitió darle a los fiscales más herramientas para investigar. Incluso las reformas del Código Procesal Penal, para dar más herramientas a las fuerzas de seguridad. Pero también podemos hablar de trasformar la política, con la discusión de los fueros parlamentarios, que es algo que propusimos durante la campaña de 2023. Es curioso que sigamos teniendo inmunidad de proceso y que los legisladores tengan que autorizar al MPA; es una gran diferencia de lo que pasa en la mayoría de las constituciones. Pero también queremos trabajar temáticas vinculadas a la educación y avanzar hacia la alfabetización con inclusión digital. 

- ¿Cómo se traduce eso en beneficios para Rosario en materia de seguridad?

- Lo que queremos es trasladar la política en materia de seguridad ciudadana y comunitaria a la nueva Constitución. Tener una provincia y una ciudad en la que la gente se sienta segura, como el Plan Abre, o como las intervenciones barriales focalizadas, que están mejorando la calidad de vida de la ciudadanía en diversas zonas de la ciudad como Stella Maris o La Bombacha. Pero también tenemos una política de inversión en infraestructura del sistema penitenciario y una política de inversión en seguridad con 5 mil cámaras para la ciudad de Rosario que va a pasar a ser la ciudad más monitoreada del país. Lo que buscamos es poder darle otro rango a esas cuestiones que hacen a la vida segura de la ciudadanía.

- En la oposición hay consenso sobre habilitar la reelección para el gobernador, pero no desde cuándo. ¿Debería contemplar la actual gestión?

- La convención constituyente va a ser soberana de estas cuestiones. Va a tener la responsabilidad de evaluar y elegir cuándo es pertinente instrumentar la posibilidad de una reelección. Creo que cualquier cargo público debería tener una sola reelección. Es lo que nosotros pensamos en 2023, cuando dijimos que veníamos a poner en discusión cosas que la política tenía que transformar. En el caso del gobernador opinamos exactamente lo mismo. Después habrá que ver cuándo es pertinente instrumentarla. Particularmente creo que hay que avanzar a fondo en esta reforma para ponerla en marcha lo antes posibles.

- En 2023 compitió con Lisandro Cavatorta que, al igual que usted, venía del mundo de la televisión. Ahora enfrentará a un excompañero de canal. ¿Cómo lo toma?

- Juan Pedro Aleart es un compañero de muchos años en Televisión Litoral. No me parece algo especial, porque entiendo el momento. No es un fenómeno de ahora, sino que lleva un tiempo desarrollándose. En el Concejo municipal hay varios ejemplos como Charly Cardozo o Norma López, dos concejales que también vienen del periodismo, con dos formas distintas de pensar la política. No desconozco que para los partidos es sumamente atractivo un periodista, porque puede encarnar valores de autoridad, de credibilidad o hasta de cariño. A mí me pasa por la calle, porque está muy fresco el recuerdo de mi paso por la televisión. Pero como dice nuestro intendente gobernar muchas veces es explicar, y los periodistas tienen esa habilidad. Por el conocimiento público, la habilidad expresiva o los valores que la ciudadanía puede percibir como positivos, no me resulta extraño ni me llama la atención que haya más periodistas involucrándose en política.

- ¿Se generaliza cuando se pone el foco en esa cuestión?

- Lo importante es que las razones y las motivaciones sean las correctas. En la década del noventa se habló mucho de los candidatos conocidos. Está el caso de Daniel Scioli, Carlos Reutemann, Palito Ortega. El deber de los que venimos del campo de la comunicación es transformarse en funcionarios eficientes en su trabajo. Usar esas habilidades comunicacionales para resolver aquello para lo que fuimos votados. Hay una obligación moral de asumir esa responsabilidad como corresponde y con el peso que verdaderamente representa. Es una idea que me molesta e incómoda cuando se habla de los periodistas en la política. Cada caso, así como cada abogado, médico o ingeniero que ingresa a la política es particular. Con los periodistas considero que es lo mismo.

- ¿Cómo puede modificar el mapa electoral de la provincia con la irrupción de La Libertad Avanza?

- Es la primera elección del país en la que el sello va a competir a nivel provincial y, como toda experiencia nueva, uno puede ensayar una teoría, pero después habrá que ver en la práctica. La realidad es que prefiero centrarme en todo lo que tiene para mostrar la gestión local y provincial. Creo que las fortalezas que tiene Unidos para Cambiar Santa Fe se sintetizan en una frase que yo escuché hasta al cansancio cuando era periodista: "los políticos no están para pelearse entre sí, sino para ponerse de acuerdo". En Santa Fe eso ya hace un año que está sucediendo. Hay partidos políticos de ideologías muy diversas, pero que se viene poniendo de acuerdo para resolver los problemas urgentes de la población. En Santa Fe, junto a la Región Centro, se está gestando una forma de entender la política como un gran acuerdo. Y eso permite, con hechos concretos, avanzar con transformaciones sobre la realidad que vive la gente.

- ¿La Libertad Avanza le compite electorado a Unidos?

- La gente va a definir cuál es la manera en que quiere que se viva en la provincia de Santa Fe y los votantes tienen para elegir a un gobierno que tiene cosas para mostrar. En Santa Fe demostramos que ajustando se logró superávit fiscal, pero se pudieron hacer inversiones y se pudo poner en marcha la maquinaria productiva, pese a la recesión económica. La contraposición de los modelos formará parte de la tarea de la gente. Nuestra función ahora es explicar por qué es necesario, después de 60 años, introducir estos cambios para tratar de lograr una Constitución más moderna, con más derechos y con más herramientas para nuestra ciudad.

- ¿Después de ganar la banca a senador, otra buena elección lo posicionaría como posible candidato a intendente?

 

- Es otro tipo de elección. Yo tengo que saber contar por qué queremos cambiar la Constitución, con qué temas y de qué manera transformar la política. Creo que se juegan muchas cosas y, seguramente, también cuáles son los próximos pasos que podrían darse. Pero prefiero circunscribirme al presente y no arriesgar una teoría sobre qué podría pasar con mi futuro político de acá en adelante.