Dark, la serie de producción propia que Netflix acaba de subir a su plataforma, es literalmente dos programas al precio de uno. “Había dos conceptos que realmente nos gustaban”, dicen los creadores Baran bo Odar y Jantje Friese. “Una era una serie policial que desarrollamos para el Channel 4 inglés y la otra era una película para cine. Esas dos cosas estaban sobre la mesa y les dábamos vueltas hasta que dijimos ‘OK, vamos a mezclarlas’. Se lo presentamos a Netflix y les gustó.”

La serie pone el foco en las vidas de cuatro familias que son arrojadas a un estado de confusión cuando desaparecen dos niños en un pueblo alemán, un hecho que –a través de medios que no se revelan para evitar el spoiler– los lleva a atravesar varios períodos de tiempo. Dark es la clase de serie que busca mostrar a un adulto en los 80 compartiendo la pantalla con una versión más joven de sí mismo o encontrándose en el futuro. Más allá del estilo de noir nórdico con misterios del tamaño de Lost, es como un cubo Rubik de misterio que combina dos géneros, uno de los cuales es simple y puro viaje en el tiempo.

Se lo ha señalado como “el nuevo Stranger Things”, pero no lo es.

“No hacemos ese asunto de las referencias a la cultura pop”, dice Friese cuando se plantea la cuestión de la aproximación a los elementos de ciencia ficción. “Preferimos acercarnos por el lado más científico, leímos un montón sobre Einstein, Hawking... lo importante aquí es la cuestión de la libre elección versus el determinismo, porque cuando jugás con el viaje en el tiempo tenés que decidir de qué lado estás: podés cambiar cosas en el pasado o no podés hacerlo. Fijar las reglas fue algo muy importante”. Continúa Odar: “Nos gusta seguir a un personaje que va al pasado para cambiar el futuro, y con ello despertar algunas preguntas sobre qué está primero, si el huevo o la gallina. Y la única respuesta que nosotros como seres humanos podemos dar es que están allí al mismo tiempo, porque no hay una respuesta verdadera para eso. Si tenés una respuesta es como saber si Dios existe o no”.

Al haber creado una serie que sin dudas capturará la atención de sus colegas en el mundo televisivo, la conversación fluye hacia los programas recientes que el dúo disfruta. Considerando el tono oscuro desde el título, hay un nombre nada sorprendente que menciona Odar. “Realmente me encanta el nuevo programa de David Fincher, Mindhunter. Me sorprendió, es un show muy inteligente con gente hablando en habitaciones sobre cuestiones filosóficas muy elevadas”. Friese coincide, y cita como uno de los puntos más altos de la producción reciente a Making a Murderer, el programa basado en crímenes de la vida real. “Es la primer cosa que me puse a ver durante tres días seguidos, mi primer experiencia de visionado en cadena”, declara, y Odar suelta una carcajada: “Básicamente, amamos a los asesinos seriales”.

Dark bien puede situarse como un show que subvierte las expectativas del espectador, a la vez que encanta y seduce a los fans del género que abarca. El dúo colaboró antes en Who Am I? (2014), pero ahora le acaba de dar forma a un programa de visión obligatoria, lleno de estrellas en ascenso como Louis Hoffmann y una gran banda de sonido a cargo de Ben Frost (se recomienda esperar a los créditos finales). Una saga de misterios criminales, viajes temporales que confunden la mente... y un serio competidor en la carrera por ser la próxima serie para ver en cadena.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.