Matías Bagnato, el único sobreviviente de la "Masacre de Flores", afirmó que Fructuoso Álvarez González "lo culpó indirectamente" por los crímenes de sus padres, sus dos hermanos y su amigo, a la vez que calificó de "indescriptible" el hecho de estar en un incendio.
El 17 de febrero de 1994, el hombre de nacionalidad española prendió fuego --supuestamente por una deuda de 180 mil dólares que reclamaba-- la casa en la que residían Alicia Plaza y José Bagnato, de 40 y 42 años, sus hijos Fernando, de 14, y Alejandro, de 9, y un amigo que se había quedado a dormir, identificado como Nicolás Borda, de 11, y los mató a todos, excepto a Matías.
El adolescente, que en ese momento tenía 16 años, se fue a vivir con su abuela y comenzó a pedir justicia por las muertes de sus seres queridos.
En una entrevista, Matías consignó que "recuerda a su familia cada noche y cada mañana" y señaló: "En momentos lindos y feos que me tocan vivir, ellos están siempre presentes".
"Desde hace un tiempo que estoy en paz muchas veces me río cuando recuerdo distintas situaciones que vivimos juntos. Lo que más me encantaría es recordar sus voces, que es lo primero que uno deja de recordar", agregó Bagnato, quien actualmente es comisario de abordo.
Sin embargo, el hombre de 47 años describió: "Es difícil poner en palabras lo que sufrimos con mi abuela y aún sufro por no tenerlos". Y consideró que las víctimas no tuvieron justicia por parte del Poder Judicial argentino, pero siente que sí hubo "justicia divina".
A su vez, explicó que durante los primeros años acudió a terapia para superar el trauma de las pérdidas, al tiempo que calificó de "indescriptible" presenciar un incendio y "más aún cuando salís con vida".
En este sentido, reveló que el homicida "jamás le pidió disculpas" por el incendio, sino que lo responsabilizó en diversas ocasiones: "Todo lo contrario, llegó a culparme indirectamente".
El asesino oriundo de Asturias fue sentenciado a la pena de prisión perpetua en noviembre de 1995 por el Tribunal Oral en lo Criminal número 12, aunque en 2004 lo extraditaron a España para cumplir la condena.
En 2011 fue recapturado en la Argentina tras reiteradas amenazas contra Matías Bagnato, en las que sostenía que iba a matarlo.
Desde ese momento se encontraba preso en el Complejo Penitenciario Federal número 1 en Ezeiza y a pesar de los diversos pedidos de libertad hasta el momento la Justicia fallaba a favor de Bagnato.
Fructuoso murió el 30 de abril de 2023, a los 63 años, por una infección generalizada en la cárcel perteneciente al Servicio Penitenciario Federal (SPF). Su salud se resinió como consecuencia de complicaciones tras una intervención quirúrgica de reemplazo de cadera. Álvarez González estaba internado desde el 4 de abril de ese año en el Hospital Zonal General de Agudos Dr. Alberto Antranik Eurnekian de esa cárcel y tras su deceso, su cuerpo fue derivado a la morgue.
Bagnato se expresó en las redes sociales por la noticia: "Hoy sí por fin puedo decir se terminó. Mami, Pa, Fer, Ale, Nico descansen en paz. Los amo con todo mi corazón".