Una persona resultó muerta en el quinto tiroteo en la capital de Bélgica durante este mes. El ministro del Interior, Bernard Quintin, confirmó que tomará "todas las medidas posibles para combatir esta plaga". La policía continúa la búsqueda de los autores.
El tiroteo sucedió a la entrada de la estación de subte de Clémenceau. La policía se encontraba cerca porque había ocurrido otra balacera en este lugar hace unos días: dos individuos dispararon fusiles Kalashnikov sin causar heridos, pero provocando la paralización del transporte público. En otra ocasión, fue herida una persona en la pierna.
El intendente de Anderlecht, Fabrice Cumps, vinculó el nuevo tiroteo al narcotráfico y resaltó que sucedió pese a haber fuerzas policiales a 70 metros de distancia. Hace dos semanas, el gobierno nacional le ordenó a la Policía federal que aumente su presencia en las estaciones de metro de Bruselas, a raíz de los tiroteos en la ciudad.
Así, Cumps instó a la Policía Federal belga a investigar en profundidad y opinó: "Hay que intensificar las investigaciones judiciales para desmantelar las redes y a quienes mueven los hilos". Cuando sucedió el primer ataque en su ciudad determinó: "Probablemente se trate de represalias, de guerras entre mafias que libran una disputa territorial".
El recién nombrado fiscal de Bruselas, Julien Moinil, explicó cuando sucedieron los dos primeros ataques --en los que los autores de los disparos se dieron a la fuga-- que la ubicación de los tiroteos se encuentra en un "punto caliente" del narcotráfico y lo más probable es que se trate de una pelea entre bandas que quieren tomar el control de puntos de venta de drogas muy lucrativos.
El ministro del Interior se desplazó al lugar del crimen para apoyar a policía y a la población local que, según caracterizó, vive una situación "totalmente inaceptable". "Vamos a tomar todas las medidas posibles para luchar contra esta plaga", prometió Quintin. Este tipo de violencia armada viene en escalada: en 2024, la Fiscalía de Bruselas registró un total de 89 tiroteos e incidentes con disparos, así como nueve muertes (según cifras de la Policía federal), mientras que en 2023 hubo 62 casos de este tipo y 56 en 2022.
Quintin aseguró que el nuevo gobierno --una coalición de derecha independentista--, que inició su mandato la primer semana de febrero, celebrará una reunión urgente la semana próxima para tomar medidas estrictas.