Jorge Almirón dejó ayer oficialmente de ser el entrenador de Lanús cuando su equipo empató sin goles como local frente a Vélez, en un resultado que fue tan solo el marco de la despedida del DT tricampeón ante su gente.
Almirón, homenajeado junto a su cuerpo técnico por la dirigencia antes del partido, se fue como el técnico más ganador de la historia de Lanús en materia de títulos, superando a Héctor Cúper (campeón de la Conmebol 1996), Ramón Cabrero (Torneo 2007) y los mellizos Barros Schelotto (Sudamericano 2013). El nacido en San Miguel se consagró en el Torneo 2016 (ganó 4-0 la final con San Lorenzo), la Copa del Bicentenario de ese mismo año (a Racing 1-0) y la Supercopa Argentina jugada en febrero de este año (a River 3-0). Aunque su mayor logro, alcanzar la final de la Copa Libertadores que terminaría perdiendo con Gremio, no tendría trofeo.
El último partido de Almirón en el banco de Lanús no empezó de la mejor manera. A los seis minutos, una mala salida del fondo granate quedó en los pies del paraguayo Luis Amarilla, que no pudo vencer la resistencia de Fernando Monetti. El arquero local sería el mejor de su equipo.
Vélez demostró haber tomado nota de las finales que su rival jugó contra Gremio la semana pasada y apostó por presionar las salidas desde el fondo del conjunto de Almirón. Tal apuesta tuvo su rédito más de una vez en el juego, pero nunca en el resultado. Ni Román Martínez ni Iván Marcone estuvieron acertados en sus pases y Lanús lo sintió. Pero el Granate contó con la suerte de que Amarilla continuó desperdiciando situaciones de gol. La mejor de ellas, un mano a mano que el paraguayo picó y el disparo se fue desviado. Lanús se fue al descanso con un resultado mucho más generoso que su desempeño futbolístico. Tal desempeño tuvo su reflejo más acertado cuando Braghieri quiso pisar la pelota y se resbaló, quedando sentado sobre el balón. El equipo de Almirón demostraba estar todavía sentido por el golpe de la final perdida.
La segunda parte fue un calco de la primera. Vélez dominó y contó con las mejores chances, pero ni Amarilla ni el ingresado Bergessio pudieron aprovecharlas. Lanús tuvo su chance con José Sand, pero el eterno goleador no pudo reaccionar ante un taco de Lautaro Acosta y la pelota fue a manos del arquero.
Llegó el pitazo final e inmediatamente bajó la ovación de la tribuna local para Almirón. Al entrenador saliente lo espera la liga española, donde tiene todo arreglado para dirigir a Las Palmas, que se ubica en zona de descenso. Allí lo esperan varios compatriotas, como Leandro Chichizola y Jonathan Calleri, entre otros. Pero el DT quiere sumar uno más: Iván Marcone, uno de los pilares de su Lanús subcampeón de América.