Mientras el Gobierno Nacional continúa avanzando con su política de ajuste despiadado, recortando subsidios esenciales y condenando a miles de familias a pagar tarifas impagables, el gobernador Ricardo Quintela demuestra, una vez más, que la prioridad en La Rioja es la gente y no las imposiciones del mercado. En un acto de sensibilidad social y compromiso con el pueblo, la provincia ha decidido implementar un beneficio extraordinario para los 33 mil hogares que fueron injustamente despojados de su subsidio eléctrico debido a una recategorización arbitraria del Gobierno de Javier Milei.
Esta decisión del Ejecutivo Nacional, que arrastra con su lógica neoliberal a los sectores más vulnerables, significó que miles de riojanos, que hasta hace poco eran reconocidos como hogares de bajos ingresos (N2), fueran reubicados en la categoría de mayores ingresos (N1). ¿El motivo? No haber realizado una declaración burocrática en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), lo que automáticamente los dejó sin el beneficio del subsidio y los obligó a pagar la tarifa plena de un servicio básico como la electricidad.
El impacto de esta medida, dispuesta por la Secretaría de Energía de la Nación, se sintió con fuerza en las facturas de noviembre de 2024, que vencieron en enero de 2025 y significaron un golpe durísimo para la economía de miles de familias riojanas. En la práctica, esta maniobra es un claro reflejo de la insensibilidad del Gobierno de Milei, que ajusta a los más pobres mientras protege a los grandes grupos económicos y a los especuladores financieros.
Frente a este atropello, el gobernador Ricardo Quintela tomó cartas en el asunto y dispuso un beneficio tarifario especial para amortiguar el impacto de estas facturas durante los meses de noviembre y diciembre de 2024 y enero de 2025. Con esta decisión, se garantiza que los afectados no tengan que pagar la tarifa plena mientras la Nación resuelve la injusticia cometida.
La Rioja, la provincia con las tarifas más bajas del país
El reciente informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET) confirma que La Rioja tiene las tarifas eléctricas más bajas de Argentina en los tres niveles de ingresos. Este dato no es casualidad, sino consecuencia de un modelo de gestión que protege a su gente.
Los números son contundentes:
Para los ingresos altos (N1), mientras que en La Rioja la factura final es de $21.813, en provincias como Mendoza, Neuquén y Misiones, supera los $50.000, alcanzando $56.622 en Neuquén.
Para los ingresos bajos (N2), La Rioja mantiene la factura en $7.079, mientras que en Misiones el monto asciende a más de $32.000.
Para los ingresos medios (N3), La Rioja registra $9.437, mientras que en Provincia de Buenos Aires y Mendoza, las facturas superan los $38.000.
Estos datos evidencian que el Gobierno de La Rioja ha intervenido para amortiguar el impacto de los aumentos tarifarios impuestos por la Nación. El beneficio extraordinario implementado recientemente para los 33 mil hogares que perdieron el subsidio es parte de la misma estrategia de defensa del pueblo riojano.
Un Estado presente vs. un Estado ausente
El contraste es claro: mientras el Gobierno Nacional se desentiende de las necesidades del pueblo, desmantela el sistema de subsidios y deja a miles de hogares sin contención, el Gobierno de La Rioja interviene activamente para proteger a los sectores más castigados. Este beneficio provincial no solo representa una respuesta concreta ante el ajuste, sino que también refuerza la diferencia entre un modelo de gobierno que se preocupa por su gente y otro que solo ve números en una planilla de Excel.
Los beneficiarios podrán realizar el trámite correspondiente en las oficinas de Edelar en toda la provincia. Mientras tanto, queda en evidencia el contraste entre dos modelos de país: uno que abandona a su gente a la suerte del mercado y otro que asume la responsabilidad de garantizar una vida digna para todos.