El USAT 1, el primer satélite universitario CubeSat construido en Argentina, avanza en su proceso final de integración y ensayos en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata. En marzo será enviado a España para su integración al dispositivo que lo transportará al espacio, con un lanzamiento previsto para junio desde Estados Unidos.
Se trata de un satélite pequeño, de 10 cm x 10 cm x 34 cm y 4 kg de peso, diseñado para la demostración tecnológica de técnicas GNSS en la observación de la Tierra. Sus sensores permitirán recopilar datos sobre presión, temperatura, humedad atmosférica, humedad del suelo y vegetación, entre otros parámetros.
Este proyecto es llevado adelante por un equipo de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, con especialistas del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) y el grupo de Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT), en colaboración con la CONAE y la CNEA .
Según el decano de la Facultad de Ingeniería y director del CTA, Marcos Actis, el desarrollo del satélite representó una inversión significativamente menor a la de proyectos similares en el exterior: mientras que un CubeSat de este tipo ronda los 200 mil dólares, el USAT 1 Fue desarrollado con solo 70 mil dólares.
“Proyectos como este y otros son financiados con recursos propios que genera el Centro Tecnológico Aeroespacial, a través de trabajos de transferencia”, puntualizó el rector. Además, destacó el apoyo por parte del presidente de la UNLP, Martín López Armengol, y del vicepresidente académico, Fernando Tauber. El servicio de lanzamiento del USAT 1 tiene un costo de 100 mil dólares, para lo cual la Universidad destinó un 75 % de los fondos, mientras que el 25 % restante se pagó con un subsidio otorgado por el anterior Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Actualmente, el equipo trabaja en la integración final y ensayos funcionales. La ingeniera Sonia Botta, coordinadora del proyecto, explicó que hasta ahora los tests se realizaban con los componentes en una configuración accesible (FlatSat). Ahora, el satélite está siendo ensamblado tal como viajará al espacio, y próximamente se enfrentará al crucial ensayo de vibraciones.
En relación al ensayo de vibraciones, prueba fundamental para el satélite debido a su complejidad, Botta resaltó su importancia: “Si el satélite se va a romper en algún momento, es ahí. El ensayo de vibraciones es la peor condición que va a experimentar el satélite en su vida porque está preparado para soportar el lanzamiento y un poquito más. Después lo volvemos a probar para ver si sigue funcionando correctamente. Una vez que está aprobado, le ponemos el moñito y se va para España”, afirmó.
Dado su tamaño y las baterías de litio que contiene, el USAT 1 será transportado como equipaje de mano por el equipo de la UNLP, cumpliendo con las regulaciones aeronáuticas. En España, la empresa UARX lo integrará a un dispensador, el mecanismo que lo liberará en el espacio.
“Es un proyecto de ingeniería muy importante y, como tal, siempre hay inconvenientes, pero después de tanto tiempo de trabajo empezamos a ver el satélite final”, expresó Botta, quien además manifestó las grandes expectativas de los integrantes del equipo de ver en órbita al satélite.
El USAT 1 no es el primer satélite universitario argentino, pero sí el primer CubeSat desarrollado en una universidad del país. Se suma a una tradición iniciada con el µSAT-1 Víctor (1996) y el Pehuensat-1 (2007).
Con la mirada puesta en junio, la comunidad científica y académica espera con entusiasmo el lanzamiento del USAT 1 , un nuevo logro de la ingeniería espacial nacional.