“Apurate con el antipasto”. Esas fueron unas de las últimas palabras de Juan Maidana, un mozo de cuarenta años del restaurante italiano Pinuccio & Figli, ubicado en Balvanera. El destinatario de ese mensaje era su amigo y chef del lugar, José Medina, quien escuchó la queja del mozo y reaccionó de manera inesperada: se acercó a las mesas de la cantina, sacó un cuchillo y apuñaló en el pecho a su compañero. Maidana falleció a los pocos minutos. Por su parte, el cocinero fue detenido en la comisaría 6ª de la Ciudad y quedó imputado por el delito de “homicidio simple”.

“Fue una discusión por boludeces, como pasa en todos lados, y terminó en esto: mal. Los conozco desde hace años y jamás hubo ningún problema, simplemente las bromas típicas que suceden en cualquier lugar”, relató Alberto, quien trabaja en la cocina de Pinuccio & Figli desde 1991, al igual que Medina, quien ese año había llegado desde Misiones para trabajar en el restaurante. Cuatro años después, desde la misma provincia norteña llegó a la Ciudad Juan Maidana y comenzó sus primeros pasos como mozo en la cantina italiana, con la recomendación, justamente, de Medina.

En Pinuccio & Figli, las puertas se abren al público, todos los días, a las 20 horas. El domingo pasado no era la excepción. Por eso, minutos antes de la apertura del local –ubicado en la esquina de Chile y Pasco– los cocineros y mozos ultimaban detalles para atender a los comensales. “Juan (Maidana) le pidió a José (Medina) que se apurara con el antipasto que se sirve todos los días. Él le respondió ‘callate, buchón’. Y José le contestó ‘andá sucio’. Eso fue lo único que hablaron. Luego se desató todo”, contó Alberto. Según los relatos de otros testigos, al escuchar las últimas palabras del mozo, Medina dejó de lado el antipasto que preparaba y fue directo a atacar a Maidana con un cuchillo chuletero, de unos 25 centímetros de largo por tres de ancho. Algunos compañeros que estaban en el salón del restaurante intentaron frenarlo, aunque fallaron. El chef se acercó a Maidana, lo apuñaló en el pecho y se quedó quieto en el lugar. Al lado suyo, mientras tanto, el mozo se desangraba.

“Me gritaron que llame la ambulancia, me crucé y lo veo a Medina tirado en el piso todo ensangrentado y lo veo a José que lloraba. Le dije ‘¿qué le hiciste?’, pero él sólo lloraba”, dijo el compañero de la víctima y del victimario. Policías de la Ciudad y personal del SAME se acercaron luego de la alerta del 911. Al arribar, los médicos intentaron reanimar a Medina, pero sin éxito. Una fuente policial, por su parte, aseguró que la puñalada que recibió Maidana se ubicó en la zona izquierda del tórax.

“Lo que nos contaron los testigos es que a veces se hacían bromas pesadas”, dijo un vocero policial, ayer por la mañana, al momento de finalizar los peritajes. Alberto, en cambio, desmintió esa versión. “Eso que escuché de que siempre había discusiones, es mentira. Los dos eran muy buenas personas. Y eran como hermanos. Incluso los dos vivieron juntos en la misma casa cuando Juan llegó de Misiones. Pasábamos las fiestas juntos. Ninguno puede entender qué le pasó a José por la cabeza. Sé que está arrepentido pero es tarde”, agregó el cocinero. 

Por otro lado, consultado por el carácter de Medina, Alberto sostuvo que no era un hombre violento. “Él tiene una diabetes muy avanzada y a veces se ponía mal por la enfermedad”, sostuvo. “José era un tipo bueno en todo sentido, se ponía nervioso por el tema de la diabetes, pero después nunca tuvo problemas con ninguno. De hecho, cuando me gritan los pibes, pensé que me estaban boludeando porque no era creíble”.

Medina, de 45 años, permaneció en el salón del restaurante italiano, donde había atacado a su compañero. Cuando los efectivos de la Policía de la Ciudad arribaron, fue detenido sin ofrecer resistencia. En primer lugar, el chef fue trasladado a un hospital de la zona para que sea asistido y luego quedó detenido en la comisaría 6ta. A su vez, los peritos policiales secuestraron del restaurante el cuchillo chuletero.

La causa quedó en manos de Roberto Ponce, del Juzgado Criminal y Correccional N° 23, quien dispuso la carátula de “homicidio simple”.