El Ministerio Público Fiscal de Salta informó que el viernes último la Fiscalía Especializada en Femicidios (UFEM) inició una investigación por la muerte de una joven de 18 años que estuvo internada en el Hospital San Bernardo.
La fiscalía explicó que la investigación se inició luego de que sus familiares declararan públicamente que el deceso podría estar relacionado con un hecho de violencia.
Una tía de la joven sostuvo que la chica, identificada como Milagros Gutiérrez, había sido atacada a causa de que era testigo clave en una causa judicial y que luego, ya internada en el Hospital, había sido víctima de otro hecho de violencia y le había cortado la lengua. Sin embargo, la autopsia no encontró huellas de golpes en el cuerpo y trascendió que cuando la joven ingresó al Hospital ya tenía la herida en la boca.
El Ministerio Público Fiscal informó que la fiscal penal Mónica Poma dispuso diversas diligencias investigativas, que incluyeron la toma de declaración testimonial a la madre y a una tía de la joven y la práctica de una autopsia para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
Los peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que realizaron la autopsia informaron que el cuerpo "no presentaba signos de violencia física, concluyendo que la causa de la muerte fue una patología de base". Una fuente del área de salud informó a este diario que la joven padecía encefalitis autoinmune.
En cuanto a las testimoniales, trascendió que las familiares de la joven, que declararon el viernes último, dieron distintas versiones sobre el hecho.
Pese a estos testimonios y al resultado de la autopsia, el MPF indicó que la fiscal Poma continúa con la investigación con el fin de esclarecer por completo los hechos.
Las autoridades del Hospital San Bernardo no se expidieron sobre la denuncia pública de los familiares.
Según pudo reconstruir Salta/12, la joven había ingresado al Hospital por primera vez en septiembre del año pasado, para tratar un traumatismo causado por un accidente sufrido andando en motocicleta. En esa ocasión fue tratada y se le dió de alta.
El 22 de enero volvió a ingresar al Hospital, se le indicó que debía realizarse estudios, pero la joven se negó y se fue sin que le dieran el alta. Volvió al día siguiente, con una herida en la boca, al parecer en el frenillo de la lengua. Eso quedó registrado en su historia clínica, en la guardia, pero la joven no pudo comunicar cómo se había producido esa herida, al parecer, porque para entonces ya habían avanzado los síntomas de la enfermedad que padecía.
El 23 de enero la joven fue atendida por médicos y también la asistió el equipo de salud mental. Hubo una comunicación con su madre, una fuente contó a este diario que esta mujer tuvo expresiones confusas, "de delirio, de persecución, de pánico, y todo eso queda registrado en la historia clínica" y fue asentado en el informe del área de salud mental que ya habría sido girado a la fiscalía.