Desde Roma
La salud del Papa Francisco está preocupando cada vez más a toda la Iglesia, al mundo y en particular a los miles de fieles que visitan Roma por el Jubileo de la Esperanza y que esperaban poder verlo.
El último comunicado difundido por el Vaticano en la tarde del martes dijo que “los análisis de laboratorio, la radiografía del tórax y las condiciones clínicas del Santo Padre continúan presentando un cuadro complejo”.
“La infección polimicrobiana (infección de virus, bacterias y otros elementos diagnosticada ayer, ndr), surgida en un cuadro de bronquiectasia (una dilatación anormal del árbol bronquial, ndr) y bronquitis asmática, ha impuesto una terapia basada en cortisona y antibióticos, lo que hace que el tratamiento sea más complejo”, precisó el comunicado.
“La TAC (tomografía computarizada) de control del tórax que se hizo al Santo Padre esta tarde, ha demostrado que ha surgido una neumonía bilateral que exigió una nueva terapia farmacológica”, añadió el comunicado destacando que, pese a todo, el Papa está de buen humor, ha recibido la eucaristía y durante la jornada ha alternado el reposo con la plegaria y la lectura.
En la mañana del martes, el portavoz vaticano Matteo Bruni había dicho que el Papa había pasado una noche tranquila y que de mañana, tomó el desayuno y descansó aunque leyó varios diarios.
Francisco está internado desde el 14 de febrero en el Policlínico Gemelli, de propiedad del Vaticano, uno de los más prestigiosos hospitales de Roma. En principio se habló de pocos días de internación pero con las complicaciones surgidas no se sabe cuánto deberá quedarse en el hospital. De hecho todas las actividades previstas con su participación en estos días de Jubileo, fueron anuladas o se anunció que otra persona, un obispo o un cardenal, estará a cargo.
Los mensajes y los dibujos de los niños
Mientras tanto sigue recibiendo decenas de mensajes y buenos deseos de rápida curación. Entre los mensajes, varios de madres de niños internados en el servicio de oncología pediátrica del Policlínico Gemelli y dibujos hechos por los chicos. Pero también mensajes de otros adultos.
La sala de prensa difundió algunos de ellos, en particular uno de una mujer, Giulia, que se dirigió al Papa con mucho afecto y esperanza.
“Querido Papa Francisco, espero que pueda salir del hospital lo más pronto posible pero debo reconocer que sentirla así de cerca, incluso en términos de cercanía física, me reconforta tanto incluso para el nuevo recorrido que estoy haciendo para curarme”.
Y luego de haber visto en el hospital a una joven albanesa con su pequeña de cinco meses enferma destacó que “En los hospitales comprendes el poder de la humanidad. Deseo para todos los niños del mundo un lugar sereno, sin sufrimientos. Rezo por usted (…) y para mí pido solo un poquito de coraje”, escribió Giulia”. Al final del texto había dibujado una imagen del Papa, una paloma y flores.
Se sabe que a pesar de todos los síntomas, Francisco no está usando oxígeno y ha tratado de continuar con su trabajo. Por ejemplo nombrando obispos en distintos lugares o aceptando las renuncias de otros. Y en la noche del lunes, como venía haciendo desde hace días, hasta llamó por teléfono a la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, la región palestina donde se ha desarrollado gran parte del conflicto con Israel. El sacerdote argentino, Gabriel Romanelli, está a cargo de la parroquia y contó a la agencia italiana AdnKronos que cuando hablo con Francisco “se sentía que estaba cansado pero su voz estaba clara”. “Me preguntó cómo estábamos, agradeció por las plegarias y nos dio su bendición”, contó el padre Romanelli.
Lo que dicen cardenales y obispos que lo conocen, es que Francisco no se detiene nunca, que siendo un paciente no olvida jamás a los otros pacientes, que es infatigable y para obligarlo al reposo se ha requerido “la energía de los médicos”.