El Hospital Universitario de Uppsala (al norte de Estocolmo) extrajo el útero a 44 mujeres de forma innecesaria debido a diagnósticos erróneos motivados por la falta de personal y el estrés, concluyó este martes una investigación interna.

El departamento de ginecología del hospital careció del personal necesario durante un tiempo prolongado, lo que causó una alta carga de trabajo y estrés e impidió que se asegurasen los criterios de calidad preceptivos, informó la emisora pública Radio de Suecia.

A las mujeres se les detectaron cambios celulares, que coinciden con las primeras fases del cáncer de útero, aunque luego salió a la luz que el diagnóstico era equivocado. Los casos se remontan al período 2022-2024, si bien no fueron detectados hasta más tarde.

"Queremos disculparnos con todas las mujeres que se han visto afectadas por esto. No debería haber ocurrido", señaló en un comunicado de prensa el médico jefe del hospital, Johan Lugnegård.

Las autoridades suecas han encargado además una investigación independiente externa, que debe estar lista antes de finales del próximo marzo. 

Suecia tiene una larga historia en tratamientos y avances en ginecología, por lo cual este "error" golpea también en un campo en el que los suecos están muy orgullosos de su investigación científica y de su medicina. 

En 2014, el ginecólogo sueco Mats Brännström y su equipo de médicos de la Universidad de Gotemburgo hicieron un anuncio que cambiaría la historia de los tratamientos de fertilización y de la donación de órganos: por primera vez en el mundo, había nacido un niño luego de que su madre recibiera un trasplante de útero, un año antes. Todos gozaban de buena salud: la madre, el bebé y la donante, una amiga de la familia, de 61 años y menopáusica. La buena nueva comenzó a correr entre profesionales y mujeres cuyo deseo de ser madres no encontraba buenas respuestas en las soluciones más comunes a su alcance.