El ex ministro de Planificación Julio De Vido no respondió preguntas en su indagatoria ante el juez Julián Ercolini por la obra pública en Santa Cruz y se limitó a presentar un escrito. Al salir de los tribunales de Comodoro Py denunció que esa causa es parte de "una persecución política" que le atribuyó a Mauricio Macri: "El Gobierno -dijo- quiere proscribir a Cristina porque en las encuestas hay un crecimiento geométrico de su figura. El Gobierno quiere evitar una derrota en las próximas elecciones, por eso inicia esta persecución".
De Vido se negó a declarar ante Ercolini. Siguió así los pasos de Cristina Fernández de Kirchner, quien ayer tampoco respondió las preguntas del magistrado. En el escrito que presentó rechazó los cargos que se le imputan en la causa que investiga su presunta participación en una "asociación ilícita" y supuestas "irregularidades" en el otorgamiento de obras públicas viales para la provincia de Santa Cruz.
El ex funcionario y actual diputado nacional sostuvo que se busca "crear un delito precedente para criminalizar" a la ex presidente y consideró que "la única forma que han encontrado es a través del cuestionamiento judicial de los actos legítimos de Gobierno".
Por la misma causa, la Justicia inhibió los bienes del ex ministro y actual diputado de la Nación, al igual que los de otros 15 funcionarios acusados de ser parte de una supuesta asociación ilícita junto con el empresario Lázaro Báez.
La resolución, sin embargo, evitó citar a los jefes de Gabinete a cargo de las administración de fondos entre 2003 y 2015, entre los que se encuentran el diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
Durante su declaración de ayer ante Ercolini, Cristina Kichner también rechazó las denuncias y pidió de la creación de una comisión bicameral parlamentaria que audite las obras públicas en todo el país durante su mandato y que se revisen también las que otorga el gobierno de Mauricio Macri.