Hasta ahora, la agencia espacial de EE.UU. había establecido en un 2,3 por ciento la probabilidad de choque del asteroide 2024 YR4, descubierto el pasado 27 de diciembre, contra el planeta Tierra. Sin embargo, mientras continúan los estudios, la comunidad astronómica informó que el riesgo de impacto contra nuestro planeta -durante el acercamiento que hará el 22 de diciembre de 2032- aumentó.
Esta semana, la NASA ha elevado la probabilidad de impacto del 2,3% al 2,6% para ese día, mientras que los cálculos de la Agencia Espacial Europea (ESA), que hasta ahora había establecido ese porcentaje en el 2%, lo aumentó al 2,4% este martes.
Sin embargo, no varió la clasificación de riesgo en la Escala de Turín, que consta de 10 niveles, al mantenerlo en el nivel número 3. Esta escala clasifica a los asteroides y cometas cercanos a la Tierra (denominados NEO o Near Earth Objectis) según su peligro de impacto. Así, cataloga en el nivel cero a los que no tienen ninguna probabilidad de chocar contra la Tierra, mientras que los niveles 8, 9 y 10 están reservados para aquellos que tengan un impacto seguro (con diferentes consecuencias).
En el nivel 3 se incluyen los asteroides que van a hacer un "encuentro cercano" con la Tierra y que "merecen la atención por parte de los astrónomos, las autoridades y el público", al ser capaces "de causar destrucción a nivel local" aunque "muy probablemente, las nuevas y más precisas observaciones reconduzcan el peligro al nivel 0".
El 2024 YR4 tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de diámetro y en el caso de que chocara contra una zona poblada de la Tierra, tendría capacidad de destruir una ciudad, según los expertos.
Hasta ahora ningún asteroide ha pasado del nivel 4. Sólo Apofis, una roca de más de 350 metros descubierto en 2004, había superado el nivel 1 en la Escala de Turín, llegando a estar en el nivel 4 por el riesgo de choque contra nuestro planeta que existía durante la aproximación que hará en 2029. Sin embargo, a medida que se estudió mejor su órbita, los científicos descartaron que hubiera riesgo de impacto.
Es lo mismo que esperan que ocurra con 2024 YR4, el asteroide descubierto el pasado 27 de diciembre desde el telescopio ATLAS de Río Hurtado en Chile. De momento, sin embargo, la probabilidad de impacto ha ido en aumento desde que a finales de enero Naciones Unidas activara por primera vez los protocolos de Defensa Planetaria establecidos hace aproximadamente una década.
Además de estudiarlo con los mejores telescopios terrestres hasta que aleje de nuestro planeta y no vuelva a ser visible hasta 2028, está previsto observarlo con el telescopio espacial James Webb a principios de marzo. Unas observaciones con las que se espera determinar mejor su tamaño.
Según los estudios realizados por el Instituto de Astrofísica de Canarias, las mediciones apuntan a que la roca está más cerca de los 50 metros que de los 90 metros.