El abogado y especialista en seguridad pública Héctor Muzzio analizó las consecuencias de no tener una unidad penal en la Ciudad de Buenos Aires al respecto de una nueva fuga de presos en el territorio porteño.
El mismo día en que el ministro de seguridad porteño, Waldo Wolff, debía presentarse en la Legislatura a informar sobre las fugas en las sobrepobladas comisarías y alcaidías de la ciudad, seis presos se escaparon de una comisaría en Balvanera y otros detenidos protagonizaron una revuelta en una alcaidía de Núñez. El ministro no se presentó en la comisión de seguridad, postergó su presencia para la semana que viene y desde la oposición preparan un pedido de sesión especial para buscar interpelarlo en el recinto.
En paralelo, el GCBA anunció un acuerdo con Patricia Bullrich que implicaría el traslado de los presos con condena al Servicio Penitenciario Federal (SPF) en busca de desagotar la tensión en el sistema porteño.
Para Muzzio, esta situación “es un despropósito para toda la sociedad que nos pone en peligro a todos”.
“Cada detenido, procesado, condenado, tiene que estar en una unidad acorde, que es una unidad penal, que no es una alcaidía o una dependencia policial”, enfatizó en la 750.
“En ese sentido, la Ciudad tiene razón y tienen que pasar rápidamente a la esfera del ámbito nacional, porque la Ciudad no tiene una unidad acorde”, aclaró.
“Para llevar adelante una muy buena política pública de seguridad tenemos que tener una muy buena política criminal, y ésta sin perjuicio de que la justicia sea de la Nación, de la Ciudad o un municipio, lo importante es tener las plazas adecuadas para la resocialización del individuo, porque cuando salga esa persona, quiero que salga mejor, no peor o que se fugue”, explicó.
“Así como la vida es bien calificable, la libertad también lo es, por eso el delincuente se escapa”, cerró.