Carlos María Domínguez, el obispo que estuvo en la diócesis de la ciudad mendocina de San Rafael en los últimos 3 años, debió dejar su cargo tras ser denunciado por "acciones indebidas" contra "personas adultas", según informó el obispado este jueves.
El hombre de 59 años había sido denunciado el 3 de febrero y el jueves pasado el Papa Francisco le aceptó la renuncia y en su lugar quedó el obispo auxiliar Marcelo Mazitelli, por lo que Domínguez ya no cumple sus tareas desde hace una semana.
El obispado de San Rafael anunció este jueves por la mañana que "personas adultas han denunciado ante las autoridades competentes a monseñor Carlos María Domínguez por acciones indebidas inflingidas contra ellas", provocando la renuncia efectiva del mencionado obispo. En el mismo comunicado, el obispado destacó que protegería "la intimidad de los denunciantes y sus familias" y deseó que el proceso se viva "con transparencia y justicia". También se informó que "se ha iniciado una investigación" que sigue "los protocolos vigentes de la Iglesia".
José Antonio Álvarez, vocero de prensa de la diócesis de San Rafael, concluyó la explicación de lo acontecido asegurando: "lamentamos la herida y el dolor que esto provoca en el pueblo de Dios, confiamos que la búsqueda de la verdad ayude a un camino de sanación".
Si bien no se conoció la identidad de los denunciantes ni de las personas involucradas, la prensa local estableció que se trataría de acusaciones de presuntos abusos sexuales contra, al menos, tres hombres jovenes de entre 18 y 20 años.
En su carta de renuncia, previa a la información del obispado, Domínguez alegó "cuestiones de índole personal", señaló que la decisión le causaba "un profundo dolor" y que entiende "la perplejidad" que puede causar esta noticia en la sociedad y entre los feligreses. Además, utilizó la carta para pedir "perdón por lo que hice mal, por lo que no hice y por lo que no supe hacer" pero no había mencionado las denuncias en su contra.
El denunciado ex obispo agradeció en su carta "por las incesantes muestras de afecto" y pidió "recen mucho por mí que en estos momentos me hace mucha falta". En San Rafael, Domínguez fue Administrador Apostólico por un año y Obispo diocesano en los últimos dos.