La Noche de Museos Abiertos, que organiza la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, inicia hoy con propuestas diversas, todas con entrada libre y gratuita, desde las 18 y hasta la medianoche. En el marco de los 300 años de la ciudad, la jornada que debió suspenderse por el alerta meteorológico del viernes pasado, cuando hubiera coincidido con el día de San Valentín. Hoy habrá tres circuitos: Del Parque, Del Río, Del Centro; cada uno, conformado por museos y espacios culturales municipales, provinciales y privados. Muestras, gastronomía, presentaciones y música, en el marco de una programación que puede consultarse en la página web de la Municipalidad

Entre las atracciones previstas, figura la presentación de Manuel Wirzt, en un recital que ofrecerá hoy a las 22 en la explanada del Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080). “Me parece genial que se naturalicen actividades como la dedicada a los museos, porque ayudan a crecer; además, en cuanto al amor, soy considerado -y me considero- un romántico. Y que sea en el Fontanarrosa, me recuerda lo que me pasó una vez en Rosario: paro con el auto en un semáforo, miro para el costado y lo veo a Fontanarrosa en su auto, con su hijo. El hijo le dice: ‘¡Mirá, papá! ¡Es Manuel!’; ‘¡¿Qué hacés, papurri!?’, me dijo. Un saludo divino, cariñoso. Fue la única vez que me lo crucé bien cerca, y pude entablar una conversación, más allá de haber leído sus libros y cuentos, que me siguen divirtiendo”, dice Manuel Wirzt a Rosario/12.

“Que esta actividad sea en Rosario hace que lo disfrute mucho, porque está a 70 km de donde yo nací (San Nicolás de los Arroyos), y por donde pasé antes de irme a Buenos Aires. Rosario era una especie de testeo, de prueba. Quien quería o tenía un sueño en las grandes ligas, tenía que pasar primero por Rosario. Así que primero me hice amigo de Rosario y después fui para Buenos Aires”, continúa.

-Decís la palabra “sueño”, y es lo que cantás en “Fotos y canciones” (del álbum Todo, 2020), cuando recordás al Manuel pequeño, que “aprendía a soñar”. ¿Seguís aprendiendo a soñar?

-Esa es la primera canción que escribí de manera autorreferencial. Después de tantos años, parece que llegó un punto en mi vida donde necesitaba contar sobre lo que me pasó, con los obstáculos y las bendiciones que tuve, y las gracias que debo dar por la gente que conocí. Al primero que tengo que agradecer es a Juan Carlos Baglietto, quien me ayudó mucho subiéndome a su escenario, a actuar como mimo. Esto de aprender a soñar es un aprendizaje permanente; mirá, me hacés acordar a un cuento de Galeano, donde un papá lleva al hijo de la mano a ver por primera vez el mar. Van subiendo un médano, el niño lo mira y le dice: “Ayudame a mirar, papá”. Creo que es tan grande la vida, y lo que nos pasa es tan maravilloso y milagroso, que no te alcanza nunca. Si uno se duerme y no sueña, duerme para morir; por lo tanto, creo que se tiene que estar aprendiendo todo el tiempo. Yo me considero un tipo curioso, y siempre digo que la curiosidad mató al gato, pero a mí me salvó la vida. Eso es algo que tengo de pibe, y lo sigo manteniendo. Es lo que me mantiene vivo.

-Me gusta mucho la canción “Ella no sabía”, también por el videoclip, realizado con animación de Liliana Romero.

-Siempre me gustó tener alternativas para concretar o contar una historia, pero lo más difícil es encontrarlas, no hay un mapa del tesoro para eso. Uno siempre trata de incorporar ingredientes a lo que tiene, y “Ella no sabía” es una canción que nunca me la imaginé sonando en la radio ni cantada en un estadio, me parecía que era simple. Lo primero que me vino a la cabeza fue cómo uno se comunicaba, primitivamente, o por lo menos como a mí me pasaba con el dibujo. Es más, el tipo de dibujo utilizado es simple, lo que no quiere decir que sea fácil, hay que tener la capacidad y talento de Liliana Romero para lograrlo, pero no es un dibujo con animación 3D o Inteligencia Artificial. Se quiso hacer algo más primitivo, más artístico, y Liliana aportó algo que quizás la canción no tenía. La canción me llevó al palito, la patita y el redondel, a esa cosa simple de contar un amor que queda despojado. Esos amores que no se olvidan, sobre los que ya de chiquito mi viejo me enseñó, al decirme que el amor dolía. Cuando algo te duele, ese recuerdo dolor queda por siempre, aunque no hay herida abierta, vendaje ni puntos; la memoria del dolor queda. Sería terrible perder la memoria, porque de esas cosas también se aprende y se corrige. Quise, por eso, que fuera un dibujo simple, como cuando uno dibujaba con el ladrillo de construcción sobre la baldosa de casa. Así como en la canción “Fotos y canciones”, acá aparecía también algo que estaba hilvanado dentro de esa constelación que fue el disco Todo.

-Relaciones que también sabés abordar desde el humor, como en “Loca de mi corazón”.

-El humor es una herramienta que he utilizado mucho. “Loca de mi corazón” se la escribí a la misma mujer a la que le escribí “Hoy te necesito”, allá por el ’96. Era mi novia, hoy es la madre de mis tres hijos y el amor de mi vida. Durante la pandemia, en el 2020, cuando había que estar todo el día y todos los días con esa misma persona (risas), un día me desperté, la vi y le dije: “Loca, te juro que si yo me muero y vuelvo a nacer, te elijo de nuevo”. Y esa es un poco la letra. Después está la relación que tengo con Dani La Chepi, con quien grabamos la canción “Imposible”, relacionada con esta palabra que escuché todo el tiempo: que era “imposible” hacer tal o cual cosa, que era “imposible” juntarse; y un amigo, el productor del disco, Fernando Pini, me llama y me dice: “Loco, tengo una idea con esto de lo ‘imposible’”, y empezamos a armar la canción, que terminé cantando con Dani La Chepi, que también hizo el video clip de “Loca de mi corazón”, donde yo soy un terapeuta que trata de solucionar un problema de pareja. Pero el amor no es un problema, es una bendición. El tema es qué hace uno con eso: uno puede enfermarse, pero también curarse”.

La presentación de Manuel Wirzt será precedida, a las 20, por la banda rosarina Session Groove, cuyas canciones combinan sonidos del funk, soul y jazz. Más tarde, a las 21, actuará Mica Ruiz, cantautora, actriz e intérprete rosarina que combina pop, rock e indie con un glam vintage que cautiva desde el primer acorde. Todo con entrada libre y gratuita.