Este jueves el Senado volvió a ser el escenario de una metamorfósis política. Es que Eduardo Vischi, jefe del bloque radical y uno de los principales impulsores del proyecto para crear una comisión investigadora sobre el escándalo cripto, protagonizó un giro inesperado: cuando llegó el momento de la votación, optó por el rechazo. La propuesta necesitaba los dos tercios de los votos, pero falló por un solo sufragio. Y ese voto faltante fue el de Vischi, el mismo que había estampado su firma en el proyecto.

La presión de la Casa Rosada sobre los gobernadores radicales surtió efecto. Además del jefe de bloque se dieron vuelta otros cinco senadores que unos minutos antes habían votado favorablemente tratar sobre tablas el proyecto, que no tenía dictamen de comisión. Ellos son Eduardo Galaretto (Santa Fe), Mariana Juri (Mendoza), Stela Olalla (Entre Ríos), Mercedes Valenzuela (Corrientes) y Víctor Zimmermann (Chaco).

Un historial a favor del Gobierno

Eduardo Vischi, exintendente de Paso de los Libres y hombre de confianza del gobernador Gustavo Valdés, busca ganar protagonismo -al estilo de Luis Juez- con la mira puesta en la gobernación de Corrientes, ya que Valdés no puede reelegir. Con ese objetivo, intentaría acercarse al espacio libertario, de ahí "estos gestos".

Primero, con la aprobación de las facultades delegadas, luego con la Ley Bases y, en noviembre pasado, al lograr postergar la citación a audiencia testimonial de la expareja del camarista Gustavo Hornos —quien el 13 de noviembre anunciará el fallo contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad—, el representante radical se alinea con la Casa Rosada en cada oportunidad que tiene.

El senador, atento a los temas que interesan al sector libertario, impulsó en los últimos días la Ley Ficha Limpia. A través de sus redes sociales, destacó el avance del proyecto en la Comisión de Asuntos Constitucionales y reafirmó su compromiso con la iniciativa que parece diseñada para proscribir una candidatura de Cristina Kirchner.

Además, hace apenas unos días, Vischi se encargó de agradecer públicamente la ayuda del Gobierno nacional ante los incendios en Corrientes. Sin embargo, cuando los bomberos locales debieron enfrentarse a nuevos focos sin asistencia de la Nación, el senador optó por el silencio. Una actitud que confirma su pragmatismo político, siempre atento a las señales de Balcarce 50.

La vida personal de un equilibrista

Más allá de su zigzagueante desempeño político, el correntino se define en sus redes como "Senador Nacional por Corrientes, miembro del Consejo de la Magistratura, presidente del bloque UCR en el Senado". También menciona su origen en Paso de los Libres y su vida familiar junto a su esposa Sabrina y sus hijos. Lo que no dice en su biografía es que hoy se convirtió en el protagonista de un papelón político que deja en evidencia las tensiones dentro de su propio partido y la capacidad de la Casa Rosada para disciplinar aliados.

El caso de Vischi no solo muestra el oportunismo político, sino también el frágil equilibrio de la UCR en su relación con el Gobierno de Milei. Mientras el radicalismo intenta recomponer su identidad, figuras como las del senador se encargan de dinamitar su credibilidad. Y, en el Senado, el oficialismo celebra: la investigación sobre el criptogate acaba de perder su mejor oportunidad de avanzar.

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