La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo ayer a un hombre de 33 años sospechado de participar del triple homicidio ocurrido el domingo 9 de febrero en Villa Banana. Luego de intensas tareas de inteligencia, en la mañana de este jueves, la PDI realizó cinco allanamientos en viviendas ubicados en Manantiales al 3200 y al 3300, Manantiales y Uruguay, Manantiales S/N y Dean Funes al 4400.

El ataque ocurrió en Lima al 2800, donde dos sicarios dispararon contra la familia Soplan en una plaza, matando a Damián Soplan, Eliana Deasis y Fabián Soplan, y dejando dos heridos. 

La policía persiguió a los atacantes y logró detener a Josué C., mientras que el otro logró escapar. La Fiscalía investiga un posible ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico en el barrio. Testigos aseguran que el crimen habría sido ordenado por Dalmacio “Sapo” Saravia, señalado como líder de la zona, en represalia por un conflicto previo de una de las víctimas en un punto de venta de drogas.

Durante los procedimientos, los agentes aprehendieron a Nelson M. B., de 33 años y secuestraron cuatro teléfonos celulares en el marco de una causa que ya cuenta con otras cuatro personas que habían sido detenidas por personal de la Tropa de Operaciones Especiales y la Policía de Santa Fe, inmediatamente ocurridos los hechos de violencia en la zona mencionada. Los detenidos fueron llevadas a audiencia imputativa el último viernes.

La investigación, a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo de la Unidad de Homicidios Dolosos, se inició luego de los asesinatos de tres personas. Ferlazzo determinó que el domingo 9 de febrero, poco antes de las 17.30, J.C, de 18 años, y otra persona que hasta el momento se encuentra prófuga, se dirigieron a la zona de Lima al 2800 en una moto Rouser que había sido robada. Mientras el primero manejaba el rodado, el segundo fue el encargado de disparar contra el grupo de personas que estaban sentadas en una plaza.

Siempre según la investigación de Fiscalía, F.P, de 23 años, sería el organizador del atentado. Se cree que el crimen fue ordenado por otra persona -que no se descarta que esté privada de su libertad– y el joven se contactó con los sicarios, a quien ofreció la moto, una pistola y dinero a cambio de que comentan el ataque.

Por otro lado, a J.R, de 19 años, y A.R, de 26, se los imputó por tener un arma sin habilitación y por encubrimiento. En concreto, se los acusa de haber escondido en su domicilio a J.C justo después de que cometiera el triple crimen y escapara de la policía.

 

 

 

A entender de Ferlazzo, las víctimas no fueron elegidas “al voleo”, sino que eran las destinatarias del ataque.

Esta masacre ocurrida un domingo a la tarde en villa Banana motivó al diputado provincial Carlos del Frade a presentar un pedido de informes para que el Ejecutivo explique por qué hubo demoras para implementar los dispositivos pertinentes para la protección de los testigos del crimen. También que se agregue una explicación sobre la filtración de la información sobre los domicilios de estas personas que sobrevivieron a la masacre.