Las agencias de regulación en China son muchas y no son ni actúan de forma homogénea. Sin embargo, hay un patrón que se aprecia cuando actúan: las autoridades regulatorias pueden ser muy laxas en un momento del proceso de control en el desarrollo de un sector, si se quiere indulgentes, especialmente cuando el producto y/o servicio cuenta con el apoyo político y económico del gobierno para su crecimiento y despliegue.