En el inicio del año electoral, Cristina Kirchner convocó a la primera reunión del Partido Justicialista, que encabeza desde noviembre pasado. La cita será el próximo lunes en la sede de Matheu al 130, con la ya confirmación de una elección nacional sin PASO y el debate sobre los desdoblamientos en los pagos chicos, en particular, en la provincia de Buenos Aires, donde Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof mantienen diferencias de criterios.
La convocatoria no fue extendida a los gobernadores peronistas sino que será solo para los representantes del partido. En lo formal, la reunión permitirá delinear las tareas de cara a las legislativas de octubre, pero en lo político significa la reaparición institucional de Cristina tras el escándalo por el "criptogate".
Además, la posible candidatura de la ex presidenta sigue en vilo, ante las dudas sobre el acuerdo del oficialismo y sus aliados para aprobar el proyecto de Ficha Limpia, que tiene por objetivo dejarla fuera del juego electoral, tras la ratificación en segunda instancia de la condena por la Causa Vialidad.
Entre los temas urgentes del PJ a nivel nacional estará sobre la mesa las elecciones de autoridades partidarias en Corrientes y Jujuy, que deben llevarse adelante en marzo y noviembre, respectivamente. Ambas provincias están intervenidas por la conducción nacional del partido y tenían fecha para el 9 de marzo, pero los jujeños definieron demorar la elección interna hasta noviembre, luego de las legislativas nacionales.
Otro punto álgido de debate será la estrategia a desarrollar en Buenos Aires, donde el gobernador Kicillof ve con buenos ojos desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Entre los argumentos del mandatario bonaerense está la dificultad de votar con dos sistemas distintos: con Boleta Única de Papel a nivel nacional y con boleta partidaria para los legisladores provinciales.
En enero, el gobierno bonaerense realizó una prueba de elecciones concurrentes para evaluar la viabilidad de votar de forma simultáneamente con ambos sistemas y detectó dificultades logísticas. Algo similiar, aunque con el sistema de voto electrónico, ocurrió el año pasado en la Ciudad de Buenos Aires. Pero más allá de las cuestiones operativas, también están las de estrategia política. La expresidenta considera que será más favorable para los candidatos nacionales y provinciales realizar una campaña unificada que se resuelve en una elección concurrente y que los ojos no estén puestos únicamente en plebicitar la gestión de Kicillof, con la mayoría de medios masivos de comunicación con un claro sesgo opostior al gobernador y los intendentes peronistas.
Kicillof, por su parte, recibió el pedido de varios intendentes -con quienes se reunió en Villa Gesell- de desdoblar las elecciones para noviembre y suspender las PASO a nivel provincial para poder enfocar la campaña de forma local y jugar con mayor tiempo de desgaste con los candidatos de La Libertad Avanza.
Este puede ser un nuevo punto de tensión entre Kicillof y La Cámpora, ya que más allá de la estrategia partidaria, la decisión del desdoblamiento está en la lapicera del gobernador. “Todas las provincias están desdoblando, ¿por qué nosotros no?“, dijo Kicillof días atrás.
Una tercera posición parece acercarse desde el Frente Renovador, otro de los interesados en suspender las PASO a nivel nacional. La fórmula de Massa sería hacer un mix entre los planteos de La Cámpora/CFK y el gobernador: serían elecciones desdobladas, pero posterior a las legislativas nacionales. Así primero se plebicita la gestión de Milei y, en una segunda instancia, la evaluación del pago chico.