La cantidad de viajeros hospedados en el país volvió a caer en diciembre de 2024, un 3,3 por ciento en comparación con igual mes del año anterior, según informó Indec. De esta manera la ocupación hotelera acumuló doce meses de caída ininterrumpida durante 2024, algo que no se veía desde la pandemia de 2020. La tasa de ocupación no superó al 60 por ciento en los principales centros turísticos del país: fue mala la temporada de vacaciones de invierno y los datos del verano serán negativos también: atraso cambiario y recesión interna, un combo explosivo para el sector.
En 2024 el balance del turismo para el país fue negativo, combinando el efecto doble del retraso cambiario (que abarata los viajes en el exterior) y la recesión interna que le restaron cantidad de viajeros al turismo interno. La tasa de ocupación hotelera en los principales centros turísticos de Argentina no superó al 60 por ciento, el máximo medido en CABA de manera mensual. La ocupación hotelera fue baja tanto en temporada alta de vacaciones de invierno como lo será en temporada estival. El sector de la hotelería y turismo está en crisis, los datos se mostraron a la baja durante todo 2024.
La Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) que elabora el Indec mostró un desplome de la actividad en el último mes del año, y se espera que las cifras de la temporada estival tampoco sean favorables dado el aluvión de turistas argentinos que veraneó en el exterior aprovechando las ventajas de un tipo de cambio atrasado. La EOH computó que un total de 1.533.991 viajeros se hospedaron en el país en diciembre pasado (3,3 por ciento menos que en diciembre de 2023), de los cuales la mayoría fueron personas residentes (1.110.710) y en menor cantidad no residentes (423.281). La caída en la ocupación hotelera fue mayor entre residentes (4 por ciento en diciembre) que entre no residentes (1,7 por ciento). Esto marca también el efecto de la recesión interna sobre el turismo, con bolsillos flacos cada vez menos gente sale de turismo.
Si se comparan los datos acumulados a lo largo del año, el deterioro en el turismo residente también fue más severo, con una caída de 12,4 por ciento versus 5,3 por ciento en el caso de no residentes. En suma, la ocupación hotelera mermó 10,8 por ciento en 2024, una cifra nada desdeñable que habla de una crisis severa en el sector. Recordemos que en temporada alta de vacaciones de invierno también la ocupación hotelera había caído (12 por ciento en julio), y se espera otro desplome en el turismo de temporada alta de verano.
El turismo de no residentes se concentra en La Patagonia y CABA, la primera congregó 364.339 visitantes (una caída del 6 por ciento interanual) y la segunda a 369.513 viajeros (un aumento de 2,3 por ciento).
La tasa de ocupación de habitaciones medida de manera mensual no superó el 60 por ciento. En CABA medida de manera mensual alcanzó un 59,3 por ciento, luego en la Patagonia fue del 50,4 por ciento, en el Litoral del 37,3 por ciento, en Córdoba del 34,8 por ciento, en Buenos Aires del 33,6 por ciento, en Cuyo del 25,2 y en el Norte del 23,1 por ciento, según las cifras oficiales.