Por primera vez en la historia del automovilismo nacional y sudamericano, un corredor argentino llega a la NASCAR. Se trata de Baltazar Leguizamón, de 24 años, el joven de Arrecifes, provincia de Buenos Aires, que debutará el 1º de marzo en la segunda división de este circuito: Xfinity Series. Luego de una experiencia en la categoría hace dos años que no pudo prosperar, el flamante piloto del equipo Joey Gase Motorspors tendrá en este 2025 la oportunidad de mostrar su capacidad al volante, alternando fechas con el estadounidense Greg Van Alst a bordo de un Chevrolet Camaro con el número 35. Su primera carrera será, por la tercera fecha del campeonato, en el Circuito de las Américas (COTA), en Austin, Texas. En esta charla exclusiva con Página 12, el piloto cuenta sus primeras sensaciones. 

–¿Cómo se siente saber que correrás en la NASCAR?

–La verdad, es una mezcla de emociones. Es algo nuevo pero también una satisfacción porque después de haber competido en Estados Unidos, desde los 15 a los 19 años, en la Fórmula 4 Sudamericana y de haber ganado el Atlántic Championship Series y obtenido el subcampeonato de la Fórmula 3 de las Américas, fui reconocido con esta licencia.

Leguizamón viene de una familia de automovilistas. Su abuelo tenía taller y su papá, Alejandro, corrió en Turismo Nacional, el Top Race y el Rally Argentino. En plena adolescencia, el chico de Arrecifes se mudó solo para competir en distintas categorías sudamericanas. Se fue con un sponsor, un nivel de inglés avanzado y el secundario a medio terminar, estudios que completó rindiendo libre cada fin de año.

–¿Qué significa que un argentino esté corriendo en la NASCAR?

–Es una puerta más que se abre al automovilismo argentino en el exterior, porque es un mercado nuevo y junto a la Fórmula 1 son las categorías más importantes del mundo. En Estados Unidos, es la más popular y el deporte más visto durante todo el año. Estar ahí con la bandera de mi país es muy emocionante.


La NASCAR es la categoría automovilística norteamericana más comercial y popular,  creada en 1948 y conocida por sus circuitos en óvalos. Cuarenta y cuatro son los autos que compiten, donde la fuerza mental y el enfoque son muy importantes porque tienen tramos largos y con mucha velocidad (350km/h) y con poco espacio entre los vehículos. Sus divisiones más importantes son la Cup Series, Xfiniy Series y la Camping Word Truck Series.

–¿Cuáles son tus espectativas para esta temporada?

–Las mejores (se ríe). Quiero largar bien la final,  lograr una buena clasificación y absorber rápido mucha información porque en la NASCAR los tiempos son muy cortos. Hay un solo entrenamiento y a los diez minutos se sale a clasificar. Después a los "bifes", como dicen ellos: "Vamos directo a la pista".

–¿Cómo te estás preparando?

–Con mucho simulador porque es la única forma de entrenar hasta ese día. También con preparación física para alcanzar un buen nivel aeróbico porque las pulsaciones y el calor se sienten en el auto. Son tramos muy largos, de hasta 50 vueltas. Y, además, hay que tener fuerza para manejar semejante auto. La mayoría de los pilotos son grandotes y morrudos, hay que estar preparado incluso para bajarse del auto.

–¿Por qué hay que estar preparado al bajarse del auto?

–Es una categoría que tiene mucho espectáculo. Algunos hasta llegan a 'boxearse' y está permitido porque es parte del show.

–¿Qué lugar ocupa fuerza mental durante la carrera?

–Hay que manejar la ansiedad y no querer hacer todo en una curva. Todos quieren ganar, por eso hay que estar atento a cualquier tipo de maniobra. Claro que el que no arriesga no gana pero tenes milésimas de segundos para resolver. Hay que ser frío para decidir.

–¿Cómo es el auto?

–Es un gran auto. Tienen 700 caballos de fuerza, motor V8, alcanza los 360 km/h. Tiene una caja de cuatro cambios, muy poca carga aerodinámica pero con mucha potencia. Es hermoso, ya me quiero subir.

–¿Por qué el debut es en COTA y no en circuito de óvalos?

–Porque es una normativa para todos los extranjeros. Después del debut, de acuerdo a mis los resultados, me habilitarían para mitad de óvalo y una vez aprobada esta prueba llegaría la más esperada: la Super Speedway en Daytona, que tiene el óvalo completo.


Leguizamón no tiene un recuerdo de cuando se subió por primera vez a un auto porque para él "era cosa de todos los días". Más tarde, ya en la pre adolescencia, el karting fue el circuito que eligió para correr y dónde conoció a Franco Colapinto a quien no descarta volverse a "cruzar". Sus ganas de formarse en el automovilismo norteamericano le permitieron ganar experiencia y adaptabilidad. Por eso, cuando el chico de Arrecifes tuvo que regresar Argentina, en tiempos de pandemia, se propuso comenzar "de cero" en el Turismo Carretera (TC).

Arrancar me costó muchísimo porque todo era nuevo. Fue complicado armar el auto y lograr el podio pero me sirvió para aprender más de autos con techo, un conocimiento que me llevo para el debut.

–¿Qué dijo la Asociación de Corredores del Turismo Carretera (ACTC) cuando se enteró?

–Hugo Mazzacane, el presidente, me apoyó. Todos están contentos con la noticia. Para mi es un honor porque los voy a representar como argentino y lo haré de la mejor manera posible.

–¿A quién te gustaría ver en la primera carrera?

–A los argentinos que están allá. Hay muchos que me escribieron y les dije que lleven nuestras banderas así nos hacemos notar en la multitud. Quien quiera venir, será bien recibido.

–¿Qué tiene la hinchada argentina?

–Un plus. El apoyo de miles de compatriotas que saben lo que cuesta estar ahí se siente mucho. Quizás la pasión de nuestra hinchada podría servir para seguir escalando en la categoría.

–¿Contra quiénes competirás?

–Contra los mejores, porque este año se liberó el cupo, y los corredores de la Cup Series, podrán estar en la Xfinity. Estaré a la par de los pilotos con mayor nivel en la NASCAR. Voy prepararme para ir a la guerra (se ríe) Estoy mentalizado ciento por ciento.

–¿Te imaginás subido a algún podio?

–¡Ojalá! Pero antes tengo unos cuantos óvalos por recorrer.

Este hecho sin precedentes, demuestra, cómo la ingeniería de los Sponsors juegan un rol importante. Para que Leguizamón pueda sostenerse y sumar recursos al equipo de competición, las reuniones con los empresarios son moneda corriente estos días en la Ciudad de Buenos Aires. El piloto es optimista al señalar que "hay varias charlas con marcas que podrían representar bien al país. El equipo ya mandó el mensaje de que quiere tomar mate y comer alfajores. Estamos hablando con algunas marcas que están interesadas en mostrar su yerba y otras, su variedad de alfajores. En realidad todo aquello que sea tradicional de Argentina".