De los escenarios sin pausa de Música para Volar a la intimidad solista de las canciones propias. Podría ser una de las maneras de introducir a la bajista y compositora Julieta Sciasci, cuyo repertorio abre su abanico lúdico esta noche, a las 21 en la Terraza de Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento). “Hace bastante que hago canciones, pero en los últimos años estuve muy abocada a Música para Volar. Estamos todo el tiempo girando y eso hizo que pasara bastante tiempo sin tocar mis canciones; pero estos últimos meses estuve grabando, y eso permitió también la posibilidad de presentarlas y compartirlas”, comenta Julieta Sciasci a Rosario/12.

-¿Qué te aporta Música para Volar?

-Un montón. En primer lugar, me permite dedicarme a esta profesión que amo y me encanta, de una forma y con una intensidad muy grande; y eso es algo hermoso, porque todo el tiempo estamos viajando y tocando. En Música para Volar, Bruno Moreno escribe también arreglos para otros músicos, y ahora, por ejemplo, estuvimos en una gira con un quinteto de metales y vientos. Viajamos, ensayamos, compartimos mucha intensidad musical y de trabajo. Y eso es algo que me hizo crecer mucho. También es un entrenamiento y un trabajo que no podés dejar, es un montón lo que he ido aprendiendo en toda esta experiencia, al compartir con tantos colegas y en tantos conciertos. Hace unos días, por ejemplo, volvimos de Cuyo, hicimos tres conciertos en San Juan y Mendoza. Es intenso, lindo, y estoy muy agradecida, porque me permite dedicarme a lo que amo.

-Y a través de la revisión de la obra de músicos que se admiran.

-Es así. La obra que abarcamos es la de los músicos que nos hicieron soñar con dedicarnos a la música. Estar tocando esa música que amamos, esas canciones, analizándolas, con todo el proceso de ensayo y demás, es algo muy minucioso, como un trabajito de hormiga que cada uno va absorbiendo a su manera.

-¿Y qué pasa cuando Julieta se mira a sí misma, con sus propias canciones?

-Qué pasa, no lo sé con claridad. Pero sí que son canciones que cuentan historias, eso me gusta mucho. También con un diálogo naif, porque al mismo tiempo me gusta reírme de mí. En el EP Uno (2014) hay un diálogo desde una estética pop con otros géneros, y con todos siento que me identifico. La canción “Cantautor” dialoga con el punk, y así sucede en las otras canciones, sin querer. En “Tanto”, por ejemplo, jugamos un poco con el trap, y para eso invité al rapero Mante OVC, que tiró unas líneas, pero también con el folkore, porque es como un huaino trapero. Probablemente, ese juego con los géneros tiene que ver con lo que uno escucha, yo soy muy amplia en mis gustos musicales.

-El lugar del bajo en una banda es fundamental, y es un instrumento que debe saber dialogar con los demás, ¿no?

-Es verdad, soy bajista y me encanta hacer canciones. Estoy formada en ese instrumento y para tocarlo necesitamos a otros. También hay muchos bajistas que tocan solos y se acompañan, pero el bajo dialoga con los otros instrumentos, los necesita, así como también esos instrumentos requieren del bajo. Pero es un trabajo colectivo. Si bien compongo desde la guitarra, el bajo es mi instrumento y es lo que toco. Creo que soy una bajista que hace canciones.

-Al EP se suman ahora varias canciones recientes: “Chica superhéroe”, “Luna de sal”, “Hoy vino un gato”, ¿cómo será el show?

-La banda que me acompaña son mis compañeros de Música para Volar (José Matteucci en batería, Alexis Thompson en guitarra, y Bruno Moreno en piano); cuando les hice la invitación, aceptaron muy generosamente y para mí eso es maravilloso. Compañerismo, apoyo, hacernos el aguante; es especial y muy enriquecedor. También habrá invitados, con quienes tendré el honor de compartir el escenario, son músicos que admiro y quiero mucho. El repertorio va a ser diverso, estarán mis canciones y alguna cosita nueva; creo que será una noche donde compartir y celebrar la música, con gente que uno admira y quiere.

-¿Está la idea de grabar un próximo disco?

-Está esa idea y ojalá la pueda concretar. Es difícil cuando uno entra en el proceso de grabar, pero creo que lo voy a poder hacer. Estar tocando en vivo, con banda, para mí es un montón. A veces, a los músicos nos cuesta hacer las canciones propias, o yo lo siento así. Te da un poco de miedo, porque es un proceso el de ser cantautor.

-Justamente, el nombre de una de tus canciones.

-Sí, y habla de la decepción que tiene una persona joven con su ídolo, cuando se da cuenta de que ese ídolo no le está cantando las canciones a ella. En un momento bromeaba y decía que esa canción era para Sandro, como si una chica enamorada, de pronto se enoja porque entiente que la canción no estaba escrita para ella, y por eso aparece esa cosa punk, rebelde y adolescente, donde ella dice “esto no es para mí, ¿qué onda?”.

-Un gesto que está bueno no olvidar.

-Exacto.