La suspensión de los actos que el gobernador Axel Kicillof tenía previstos en Mar del Plata no evitarán la visita a esa ciudad costera este sábado, donde se espera una foto política con la militancia que se encolumna detrás de su figura de cara a una pelea electoral que ya está en marcha.

“Va a ser una señal política de que estamos presentes”, señaló a Buenos Aires/12 una voz de la organización. “Después del 5 de marzo retomaremos la agenda, con un panorama mucho más claro”, aseguraron, al tiempo que valoraron estar “trabajando con una gran cantidad de organizaciones, pero desde el lado propositivo porque el adversario es Javier Milei”.

Desde allí, detallaron que se trata de un espacio integrado por unas cien organizaciones donde confluyen las dos CTA, el Frente Grande, Kolina, una parte de la CGT y el Partido Socialista, entre otras.

En ese grupo entienden que el valor electoral de Mar del Plata no es menor, por lo que convocaron a “pensar un proyecto que permita interpelar al conjunto de la sociedad marplatense cuando el enemigo, que es Milei, solamente propone el odio al kirchnerismo”.

Desde el año 2019 la ciudad quedó a cargo del dirigente del PRO, Guillermo Montenegro. En los últimos días el intendente quedó en el ojo de la tormenta tras ser blanco de una denuncia penal por parte de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), quien lo acusó de usar la Patrulla Municipal como un “grupo paraestatal” que violenta a personas en situación de calle. El jefe comunal, además, es de los que milita por cerrar un acuerdo con La Libertad Avanza al interior del partido, algo que parece cada vez más lejano.

Así, en el tránsito de las actividades de gestión de la última semana, el propio gobernador ya alertó que “se viene una elección y va a haber que votar si es con escuelas o sin escuelas; con centros de salud o sin ellos; producción y trabajo o timba”.

El acto que organizó la mesa política del gobernador en territorio costero -y que tendría réplicas en Junín y en San Nicolás- estaba previsto para el ocho de febrero, pero el caso de gatillo fácil de agentes de la Policía bonaerense contra un joven que resultó asesinado hizo bajar la actividad.

Luego, se habló de realizarlo este 22, pero no prosperó con el escándalo del criptogate que protagonizó el presidente Javier Milei. “Cuando el adversario se equivoca, no hay que interrumpirlo”, ironizaron desde el peronismo marplatense. Además, la intención de la Gobernación fue dar de baja todo acto de ese estilo hasta la apertura de sesiones, que será el 5 de marzo a la tarde.

Aún así, Kicillof arribará este sábado a “la feliz” con una cargada agenda. Temprano, desde las 10 de la mañana, participará de la asunción del nuevo Obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Ernesto Giobando, quien fuera designado por el papa Francisco en diciembre pasado.

Más tarde, habrá una recorrida por obras del OPISU en la ciudad, para luego arribar al histórico Hotel Provincial, el mandatario provincial y sus funcionarios participará de un encuentro con el sector productivo local, es decir empresarios pyme y las tres centrales obreras (la CGT y las dos CTA).

La jornada concluirá con un encuentro con las organizaciones y dirigentes que respaldan al gobernador en Mar del Plata, que terminará con una foto. El armado axelista en la ciudad tiene a la cabeza al diputado provincial y exintendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti; y el dirigente de la CTA y funcionario del Ministerio de Trabajo, Raúl Calamante.

El peronismo se reordena al calor del criptogate

El último encuentro político de peso que encabezó el gobernador Kicillof ante 35 intendentes fue el 29 de enero en Villa Gesell, que tuvo como foco la conformación de un frente político amplio para “defender a los bonaerenses de las políticas agresivas que está llevando adelante el presidente Milei, que impactan en particular en la Provincia de Buenos Aires”.

Como lo señaló en un acto en diciembre en La Plata, a esa convocatoria se llamó a “todos aquellos que comulguen con los principios básicos con los que trabaja la conducción de la Provincia” como el fortalecimiento de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la soberanía, de la educación y la salud públicas, como así también fomentar la producción.

“En la provincia de Buenos Aires tenemos una enorme riqueza que no surge de la especulación de una criptomoneda, sino del esfuerzo de millones de bonaerenses: con convicción, vamos a seguir defendiendo este camino de trabajo, desarrollo y soberanía”, dijo Kicillof este jueves desde Lomas de Zamora.

La polémica de la estafa con criptomonedas que puso en jaque al Gobierno nacional fue la base del discurso del mandatario provincial estos días. Por caso, Kicillof se refirió a la “estafa electoral” de Milei a quien “votaron para un ajuste, pero a la casta; no al jubilado, no al maestro, al enfermo de cáncer”.

“El nivel de chantada de todo esto es una cosa extraordinaria”, sentenció el mandatario. “Los invita a un proyecto de desarrollo que al final era una ruleta rusa. Y nosotros veníamos diciendo que en la Argentina han instalado un casino y una estafa piramidal con el Banco Central, con las reservas”, fustigó.

Para el gobernador, este episodio representa “una breve metáfora de lo que está haciendo a nivel de política económica nacional con los recursos de los argentinos”. Por eso es que pidió a los miembros del Congreso de la Nación que le quiten las facultades extraordinarias al presidente de la Nación, algo que consiguió en julio del año pasado a partir de la sanción de la polémica Ley Bases.

“Más allá de que el Presidente no puede comportarse como un influencer que promociona criptomonedas mientras en la Argentina la mayoría sufre por los precios de los alimentos y los medicamentos, su estafa más grande radica en que impulsa un modelo de país sin producción, sin trabajo y sin derechos”, cerró.