A 19 días de la desaparición del ARA San Juan, el ministro de Defensa Oscar Aguad habló por primera sobre la avería que tuvo el submarino y reconoció, como ya lo había hecho la Armada cuando finalizó la etapa de rescate de personas, que los integrantes de la tripulación están todos muertos. También informó que el capitán de la embarcación ya había reportado un incidente similar, de entrada de agua por el snorkel, en un viaje anterior y lo había puesto como prioridad para los trabajos de mantenimiento que el submarino iba a tener en 2018. “Determinar si la avería era grave o no tiene que ser materia de investigación. Ahí puede estar el meollo de la cuestión”, consideró el ministro.
Cuando las expectativas por encontrar al submarino son cada vez menores y hasta el propio capitán de la Armada que oficia de vocero, Enrique Balbi, admitió que es posible que el ARA San Juan no sea encontrado, el ministro de Defensa habló por primera vez sobre las irregularidades que pudieron afectar el funcionamiento de la embarcación bajo su responsabilidad. Para Aguad, la Justicia debe investigar si hubo algún error en las instrucciones de la Armada frente a la avería reportada desde el submarino el miércoles 15 de noviembre en el último contacto. “Ahí puede estar el meollo de la cuestión. Determinar si la avería era grave o no era grave”, reconoció el ministro en declaraciones al canal TN.
“No olvidemos la condiciones del ambiente que eran extremas, con olas de hasta 8 metros, y un submarino es muy inestable. Todos debieron tomar en cuenta lo que estaba pasando. Yo también confío en el capitán del barco, que todos dicen que era un hombre con mucha experiencia, y era él quien estaba al mando de la nave”, se justificó Aguad, que afirmó que el submarino salió a navegar “en perfecto estado”.
En este sentido, el ministro explicó que antes de cada partida el submarino tiene que superar un chequeo de 48 horas en el que se controlan todos los elementos de navegación. Esta revisión completa, informó Aguad, es firmada y reportada a la base por el capitán. El ARA San Juan había sido inspeccionado antes de su primera partida, el 25 de octubre desde el puerto de Mar del Plata, y en su segunda salida, después de los ejercicios militares, el 8 de noviembre en Ushuaia.
“Todo esto fue verificado por el capitán y transmitido a Puerto Belgrano”, confirmó Aguad e informó que en septiembre pasado, el capitán de la nave había hecho un chequeo más profundo y también había confirmado que el submarino estaba en perfectas condiciones.
Sin embargo, el ministro reconoció que el ARA San Juan ya había tenido un incidente similar al que se cree podría haber ocasionado la explosión detectada por los organismos internacionales tres horas más tarde del último contacto. “Ha habido desperfectos, un barco tiene desperfectos como los tiene un auto y el capitán va anotando. Hubo un incidente similar a lo que creemos que pasó el 15 de noviembre. También entró agua por el snorkel con la diferencia de que el agua no llegó a las baterías. El capitán dejó un informe donde decía que cuando el submarino entrara en reparaciones el primer semestre de 2018, había que fijarse en esto”, aclaró Aguad.
Consultado por las tareas de rescate, el ministro reconoció que, tal como ya afirmó la Armada, a esta altura no hay expectativas de supervivencia de la tripulación. “Exactamente”, respondió a la pregunta de si estaban “todos muertos”. Aguad defendió que el fin de la etapa de rescate, que fue duramente criticada por los familiares, responde al seguimiento del protocolo SAR (búsqueda y rescate, Search and Rescue, en inglés), que sostiene que por las condiciones del ambiente extremo y el tiempo transcurrido “no hay compatibilidad con la existencia de la vida humana”. Sin embargo, aclaró que la búsqueda del submarino continuará con toda la ayuda internacional.
“Qué habrá pasado con el submarino, es la gran incógnita. ¿El ruido que se escuchó fue la explosión del hidrógeno o fue el colapso del barco cuando estaba cayendo?. No lo vamos a saber hasta que no encontremos el barco”, planteó Aguad, que también puso en duda los trabajos de reparación de media vida que tuvo la embarcación. “Todas las sospechas hacen suponer que hubo corrupción porque hubo una denuncia”, deslizó el ministro sin más información y agregó: “El arregló tenía que demorar dos años y se demoró cinco”.