Leonardo Cositorto, líder de Generación Zoe, fue hallado culpable del delito de estafa y asociación ilícita. La sentencia fue dictada por el Tribunal de Goya, Corrientes, en una audiencia acalorada por los gritos del acusado que fue expulsado de la sala.
Si bien todavía resta conocer la pena que recaerá sobre Cositorto, serán no menos de 5 años ya que es lo estipulado por el délito de estafa en continuado y asociación ilícita. De los otros acusados también fueron hallados culpables Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista y Lucas Damián Camelino. Solo el famoso imputado fue considerado jefe de la asociación ilícita, mientras que sus colegas eran meros participantes. Por otro lado, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina fueron absueltos ya que no se pudo demostrar su responsabilidad más allá de intentar captar ahorristas.
Luego del juicio en Corrientes, los acusados deben enfrentar procesos similares en Buenos Aires, Rosario, Córdoba (donde se encuentra detenido en el penal de Bouwer) y Salta. Para el juicio bonaerense el abogado querellante Pablo Fleitas informó que en la próxima semana llamarían a Cositorto y al resto de los imputados para iniciar la indagatoria.
Según Rubén Barry y Maria Eugenia Ballará, los fiscales del proceso judicial iniciado en la provincia del noreste argentino, todos los imputados (incluidos los finalmente liberados) "conformaron una asociación ilícita que buscaba defraudar inversores en una estafa piramidal". El grupo, sostuvieron, se mostraba como una academia de coaching financiero en Goya, Corrientes, pretexto con el cual se quedaron con los ahorros de, al menos, 98 personas.
Apoyados por los testimonios de las víctimas, material documental y otras pruebas, para los fiscales "se acreditó con el grado de certeza la autoría de los imputados como organizadores y como integrantes".
Barry apuntó contra Cositorto y Batista, ya que “los organizadores o jefes planificaron la oficina de la ciudad de Goya poniendo en marcha una estafa piramidal a través de herramientas de engaño", y así "indujeron a error a los inversores”, mientras que Ballará indicó que “la asociación ilícita se consuma con el solo hecho de formar parte, pero esta asociación ilícita cometió delitos de estafa en manera reiterada, vendiendo la ilusión de que al colocar su dinero tendrían rédito económico”.
La audiencia en la que finalmente se conocerán los años de prisión que deberán transitar Cositorto y su grupo se realizará el próximo martes 25 de febrero. La fecha de cesura se traspasó debido a que los abogados de ambas partes solicitaron incorporar nuevos documentos, informes médicos y socioambientales de los imputados para definir la pena a la que serán sometidos.
Previo al dictamen de culpabilidad el presidente del Tribunal, Ricardo Carbajal, mencionó los hechos obtenidos durante los 4 meses de juicio que fundamentaron la sentencia. Allí, además de los hechos, incluyó los viajes y fechas en que el grupo se instaló en Goya, en la segunda mitad del año 2021, cuando también abrieron sus cuentas para ser cerradas en diciembre de ese año, antes de que cesaran los pagos a los ahorristas.
Carbajal sentenció que “está comprobado documentadamente que se instalaron en la localidad de Goya y que la asociación ilícita y el dolo por estafa existió desde el principio”. Además, destacó que “se sostuvo como maniobra el uso de pantallas mediáticas y medios de comunicación y la ostentación mostrando viajes de lujo para construir el engaño”.
Sin lugar a dudas la audiencia fue particular debido a los gritos en el salón. En los minutos previos a la sentencia se vivió un clima de tensión y enojos, a los gritos, entre el imputado más famoso y los jueces. Durante la argumentación de Carbajal, Cositorto lo acusó de "estar comprado" por lo que fue expulsado del lugar.
Carbajal había señalado que Cositorto vació y cerró las cuentas bancarias de los estafados por Generación Zoe dos meses antes de pagarles lo adeudado, lo que generó la ira del acusado. De todas formas, durante toda la alocución de este magistrado, el imputado profirió insultos contra él y cuestionamientos a la decisión jurídica que se aproximaba, por lo que interrumpió el discurso del juez. "Usted está expulsado de la sala de audiencia", fueron los gritos con los que Carbajal contestó solo unos minutos antes de la sentencia final, y a continuación solicitó que lo esposaran.
En todo momento Cositorto defendió su inocencia y, además, inculpó a los jueces Jorge Carbone y Julio Duarte, junto a Carbajal, al exclamar mientras lo retiraban: "es una verguenza, están comprados, corruptos" .
El caso Generación Zoe
Leonardo Cositorto, el líder de la supuesta empresa dedicada al coaching ontológico y financiero, fue detenido en abril de 2022 en República Dominicana, de donde lo extraditaron hacia la Argentina. Fue acusado de dirigir el rumbo de una estafa piramidal que defraudó a diferentes inversores por un total de 120 millones de dólares.
Generación Zoe llegó a operar en 17 países, afectando a miles de personas en todo el planeta. Particularmente en Argentina la mayoría de los estafados se concentró en las provincias de Córdoba y Corrientes.
Previo al juicio en el que finalmente fue encontrado culpable, Cositorto declaró que todas las actividades de Generación Zoe estaban contempladas dentro de un marco legal y aseguraba que sería absuelto en este juicio.
A principios de este mes de febrero, la Comisión Nacional de Valores lo había absuelto porque no concretó ninguna operación con valores negociables, pero fuentes del organismo aseguraron igualmente que "no implica, bajo ninguna circunstancia, que las acciones denunciadas y en trámite en sede judicial, no puedan constituir delitos penales".
Previo al juicio, Cositorto intentó llegar a un acuerdo económico con sus víctimas, con una oferta de compensación de 340 mil dólares. Quien rechazó la oferta fue el Ministerio Público Fiscal de Corrientes, que señaló que además del perjuicio monetario se había violado al orden público y a la seguridad jurídica. Según la fiscalía, esta era una estrategia de Cositorto para encubrir el origen del dinero y eludir una sanción judicial aún más severa.