La jornada laboral de cuatro días mejora la productividad y reduce los niveles de estrés de los trabajadores, según la prueba piloto que realizó entre 2023 y 2024 la Fundación Renovables. El organismo "siempre ha estado involucrado con la sostenibilidad y el compromiso social", por eso decidió experimentar con este modelo durante un total de 12 meses. Los resultados fueron "favorables" para el bienestar de los trabajadores y permitieron "retener talento", de hecho, la fundación comenzó a implementar la jornada de lunes a jueves al terminar el simulacro.

"Es posible, es factible y es recomendable", ha insistido Fernando Ferrando, presidente del organismo. La Fundación Renovables, sin ánimo de lucro, documentó todo el proceso y cuáles fueron sus frutos en el informe Semana laboral de cuatro días: un compromiso social, ambiental e institucional. "Las cifras de productividad hablan por sí mismas. La calidad del trabajo no se ha visto comprometida en absoluto, tenemos actividades que han salido reforzadas", reconoce Raquel Paule, directora general de la entidad.

La compañía aumentó considerablemente el número de informes técnicos, eventos y reuniones y multiplicó por seis su presencia en otros países. Las cifras de artículos publicados y su impacto en medios también evidenciaron mejoras. En el terreno personal, los trabajadores destacan los beneficios para la conciliación, los cuidados y la salud física y mental. "El sentimiento de pertenencia ha crecido bastante en el grupo, igual que nuestro compromiso y nuestra motivación. La salud mental también ha mejorado, porque tenemos un día más para incluir actividades que pueden ayudar a reducir el estrés. El tiempo extra para visitar a la familia y para fortalecer el cuidado personal también se nota", señala Ladislao Montiel, representante de la plantilla.

El 60% de los trabajadores reportaron una mejora significativa en su capacidad para conciliar la vida personal con la profesional, mientras nueve de cada diez reconocen que su tiempo de calidad con familiares y amigos aumentó. La totalidad del equipo considera que su salud mental mejoró desde la implementación de la semana laboral de cuatro días y nueve de cada diez se sienten más descansados y con "más energía" para afrontar sus jornadas. "El hecho de tener los viernes libres te permite desconectar de verdad y llegar a los lunes con más ganas de volver al trabajo, lo notamos sobre todo en la concentración", indica Raquel Paule.

Los empleados también manifestaron "una satisfacción notable" con la gestión del cambio y el manejo de la carga de trabajo. La entidad destaca además la reducción de la huella ecológica en lo que se refiere al consumo energético. "Como empresa del tercer sector, tenemos la obligación de ser disruptivos y ambiciosos con este tipo de iniciativas. En los últimos meses, se han incorporado personas que con otras condiciones laborales quizá no hubieran venido", sentenció Fernando Ferrando.

"Darle más importancia al descanso que al trabajo"

La Fundación Renovables tiene un equipo reducido de diez profesionales de distintas disciplinas, entre los que figuran científicos, ingenieros y responsables de comunicación. La plantilla celebra las mejoras y destaca los avances, pero reconoce que cada empresa tiene sus necesidades. Sumar está liderando la batalla en el Congreso por la reducción de la jornada laboral y considera que la jornada laboral de cuatro días es posible. Yolanda Díaz aboga por un modelo flexible en el que los trabajadores tengan facilidades para la conciliación y hasta Feijóo se mostró partidario de "trabajar nueve horas cuatro días a la semana".

El debate está servido. La Fundación Renovables no es la primera empresa que realiza un piloto para poner a prueba la jornada laboral de cuatro días. València presentó hace casi dos años los resultados de su propio estudio, fruto de un acuerdo entre sindicatos, empresas, colectivos vecinales e instituciones. Los trabajadores valoraron con siete puntos sobre diez la propuesta y un gran porcentaje consideró que la jornada de cuatro días presentaba beneficios para su rutina diaria. El informe, no obstante, recomendaba adaptar el modelo a las necesidades de cada sector.

"El impacto es fundamentalmente positivo, pero supondría una reorganización completa del mundo laboral. La gente quiere tener más tiempo libre y muchas veces no puede. El trabajo se impone por encima de todo lo demás, por eso creo que a nadie le puede parecer mal este modelo", insiste Jorge García Marín, sociólogo en la Universidade de Santiago de Compostela. El profesor reconoce que no todos los sectores podrían aplicar la jornada de cuatro días de la misma manera y pone el foco en los pequeños negocios, los centros educativos y los servicios de emergencias.

El 34,9% de los trabajadores que participaron en el piloto de València reconocieron haber sufrido menos estrés durante las cuatro semanas que duró el experimento, mientras que el 17,5% notó una mejora en términos de salud. Los datos van en la línea de los que presentó este miércoles la Fundación Renovables. Los expertos y los estudios publicados hasta la fecha piden tener en cuenta el mantenimiento de la escala salarial y las necesidades de cada industria, pero celebran cualquier avance en este sentido. "Esto puede ser el comienzo de algo, puede hacernos cambiar el chip para darle más importancia al descanso que al trabajo", sentencia Jorge García Marín.