El trío protagónico de Mil golpes (estreno del pasado viernes por Disney+) habría estado en la mira de sus hermanos ficcionales de Ripper Street. Aquella notable entrega policial que se ubicó en los bajo fondos londinenses con el péndulo entre hechos históricos y criminalidad. Sin embargo, el punto de vista no serán los detectives sino los que caminan por la otra calle del East End. El inmigrante Hezekiah Moscow (Malachi Kirby), Henry “Sugar” Goodson (Stephen Graham) -auto declarado emperador del pugilato ilegal- y Mary Carr (Erin Doherty) -la capitana de un grupo de mecheras y profesionales de la estafa-.
La trama tiene como eje la lucha entre el bando del jamaiquino junto a la infame reina de “The Forty Elephants” contra el tipo que hizo su negocio a los golpes a puño limpio. Los seis episodios de la entrega creada por Steven Knight (Peaky Blinders) suceden como una clase de historia sórdida, inspirada en algunos nombres y casos reales de aquel contexto brutal. Y nadie como Knight para darse un festín con la puesta en escena resuelta y una radiografía social sucia. Eso sí, la lucha de clanes, las ambiciones y las trapisondas, esta vez, se resuelven arriba de un ring.