Desde Punta del Este

Tras una semana de proyecciones con una muy buena presencia del público y de charlas y debates intensos, la 27° edición del Festival Internacional de Cine de Punta del Este llegó a su fin. Su ceremonia de clausura, realizada con la tradicional Sala Cantegril colmada de público e invitados, sirvió para anunciar a las ganadoras de sus dos secciones competitivas, dedicadas a la ficción y al documental. Los premios principales le correspondieron respectivamente a las películas Malú, del brasileño Pedro Freire, y la cubana En caliente, dirigida por Fabien Pisani.

Este último es un documental que retrata el fenómeno de géneros musicales urbanos, como el trap o el reggaeton, en la isla de Cuba y el destino de sus estrellas cuando intentan triunfar en Miami, un recorrido no siempre feliz. Además, el jurado integrado por la brasileña Daniela Mazzilli, directora de la cinemateca de Porto Alegre, la peruana Ada Quintana, productora del festival limeño Cine al Este, y el documentalista e investigador chileno Pepe Rovano, entregó una mención especial a la película peruana Karuara, la gente del río, de Miguel Araoz Cartagena y Stephanie Boyd.

Por su parte, Malú es un drama familiar con fuertes elementos autobiográficos que retrata la trama de vínculos que se tejen a través del tiempo entre una madre y sus dos hijos. Además, el jurado integrado por el crítico y periodista uruguayo Fernán Cisnero, la productora peruana Cecilia Gómez de la Torre, la productora uruguaya Virginia Hinze, el mexicano Ricardo Pacheco, director de distribución para Latinoamérica de la plataforma de streaming MUBI y el actor chileno Benjamín Vicuña, otorgaron el premio de Mejor Actriz a su protagonista, la popular intérprete belorizontina Yara de Novaes.

El premio de Mejor Director fue para el chileno Vinko Tomičić Salinas, responsable de la multiple coproducción de origen boliviano El ladrón de perros. Con los impactantes paisajes urbanos de las ciudades de La Paz y El Alto como telón de fondo, Tomičić narra con sensibilidad una historia que, siguiendo el recorrido de un huérfano que va en busca de quien cree es su padre, ilustra de forma sumamente vívida las tensiones y desigualdades que atraviesan el mapa social de la Bolivia contemporánea. Con grandes actuaciones que incluyen la del joven debutante Franklin Aro Huasco y la del experimentado Alfredo Castro, emblema del cine chileno, El ladrón de perros cuenta además con la fotografía virtuosa de Sergio Armstrong, habitual colaborador de Pablo Larraín, cuya labor fue distinguida por el jurado con una mención especial.

El ladrón de perros.

Por su parte, el chileno Néstor Cantillana se alzó con el premio a Mejor Actor por su rol en Patio de chacales, del debutante Diego Figueroa. Ahí interpreta a un hombre común que se ve envuelto en una compleja trama política, cuando un grupo de represores convierte a la casa de al lado en un centro de detención y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet. Cantillana carga con la mayor parte del peso dramático de la película, apareciendo en el 95 por ciento de las escenas y dándole vida a un personaje que gana complejidad a partir de los dobleces inesperados de la trama, que, quizás, terminan siendo demasiados.

En tanto, el Premio del Público, uno de los que más valoran los cineastas, fue para la película ecuatoriana La creación de las especies, de la directora Tania Hermida. Se trata de un clásico relato de iniciación, un coming of age en el que tres chicos realizan una primera aproximación a la vida adulta a partir del poder de la narración. Ambientada en las islas Galápagos, que la fotografía ilustra de forma exquisita, La creación de las especies cruza el relato religioso con el científico, a partir de un formato de historias encadenadas que de alguna manera recuerda a Las mil y una noches. Curiosamente, Hermida había recibido el mismo honor acá en Punta del Este en 2013, cuando su segunda película, En el nombre de la hija, resultó la elegida por el voto popular. La directora se mostró emocionada al recibir un premio que la convierte en una verdadera favorita del público esteño.

Tania Hermida.

Finalmente, el jurado de la crítica, integrado por Myriam Caprile, Gustavo Iribarne y Pablo Delucis, premió al documental argentino Imprenteros, de Lorena Vega y Gonzalo Zapico, y a la distópica (y algo excesiva) ficción peruana Cuadrilátero, de Daniel Rodríguez Risco. Además, en coincidencia con los otros jurados, entregaron menciones a la actriz Yara de Novaes y a La invención de las especies, además de la española Las chicas de la estación, de Juana Macías.

Aunque no fue distinguida con ningún premio, la película Después, de la directora mexicana Sofía Gómez Córdova, resultó uno de los grandes descubrimientos de la programación. Retrato del duelo de una madre tras la muerte de su hijo en circunstancias poco claras, Gómez Córdova logra reconstruir en pantalla el hueco que deja la pérdida. Con un manejo depurado de todas las artes que involucra el cine, como un montaje de alta precisión, una composición sonora de gran delicadeza y la soberbia interpretación protagónica de la actriz Ludwika Paleta, Después traza un mapa detallado de las emociones que el duelo obliga a transitar, sin convertir al melodrama en una exhibición gratuita del dolor ajeno. Una lástima que su directora se haya vuelto a México sin un reconocimiento formal acorde a todo lo que su visceral trabajo ofrece.