El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, oriundo de Pergamino, José Luis Espert, el preferido de Javier Milei para encabezar la boleta en las próximas elecciones de medio término, tiene un diferencial de imagen negativo de 28 puntos. Sólo el 30 de positiva intenta balancear el 58 de negativa. 

Su nivel de rechazo sólo es comparable con el que concita uno de los principales protagonistas de la política argentina de los últimos veinte años, el expresidente Mauricio Macri, con 31 de negativa, 65 de positiva y un diferencial negativo de 34 puntos.

Incluso la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a pesar de la persecución judicial y mediática de la que fue objeto sostenidamente, mide mejor que el militante de la rebelión fiscal y el gatillo fácil. Tiene 36 de positiva, 61 de negativa y un diferencial negativo de 24.

Los datos surgen del último informe nacional realizado por la consultora Proyección, que conducen los matanceros Santiago Giorgetta y Manuel Zunino, ambos sociólogos graduados de la Universidad Nacional de La Matanza

La ficha técnica indica que se trata de un estudio de alcance nacional, realizado después del estallido del escándalo por la estafa con la criptomoneda $LIBRA, entre el 17 y el 22 de febrero pasados, con método de recolección CAWI (computer assisted web interviewing), a una muestra de 2028 individuos con un margen de error estimado en 2 puntos.     

El estudio concluye, entre otras cosas, que sólo uno de cada cinco argentinos llega a fin de mes con sus ingresos. De la abrumadora mayoría restante, muchos debieron restringir sus consumos (34,7), otros recurren al endeudamiento (19,3) y un sector muy importante no llega ni siquiera con estas dos conductas (27).

También es demoledor respecto a las expectativas. El 44,3 cree que su economía personal y familiar dentro de un semestre estará peor que hoy, sólo un 32,4 cree lo contrario y un 23,3 no lo sabe.

El elemento preocupante es la tendencia, si se compara estos resultados con los de la anterior medición, realizada en diciembre pasado. Entonces, los optimistas eran 35,6 y cayeron en este período más de tres puntos. También creció la incertidumbre, que entonces estaba en 18,5.

Generalmente, el recorrido de los desencantados pasa por la categoría NS/NC, como estación intermedia, antes de volverse pesimistas y críticos.  En la comparación, también cayeron los que creen que el rumbo económico es el correcto: eran 39 por ciento a fin de año, hoy son 34.

A la vez, a la hora de definir el estado de ánimo dominante en la población, los sentimientos negativos literalmente duplican a los positivos. Entre bronca (21), tristeza (19,7), miedo (12,7) y resignación (11,5) suman más de 65 puntos. En cambio la esperanza (25), la confianza (8) y la alegría (0,5) conforman el tercio restante.

Con el paso del tiempo, se diluye gradualmente la responsabilidad por la crítica situación del expresidente Alberto Fernández y crece la de su sucesor. El reparto está prácticamente empatado, con 34 para Fernández y 33 para Milei. El tiempo todo lo cura: Macri los mira de lejos, ya que apenas le atribuyen un 8 por ciento de responsabilidad.

Criptoestafa

A juzgar por los resultados de la encuesta, la estrategia del asesor Santiago Caputo, de hacer pasar a Milei por un descuidado y no por estafador no está dando los resultados esperados. 

El 31,4 creía, al momento de la encuesta, que Milei no estaba familiarizado con lo que tuiteaba, mientras que un 45,5 cree que lo hizo para obtener un beneficio personal, él o su reducido entorno, básicamente comandado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, su hermana Karina.

Menos de un tercio (31,5) manifiesta que la criptoestafa no modifica su confianza en el mandatario. Un 14 afirma confiar menos que antes del 14 de febrero, cuando tuvo lugar la estafa, y un 45 reconoce no haber confiado nunca en él.

La segmentación permite observar cómo se dan estos porcentajes entre los votantes, tanto de su núcleo duro, que lo eligieron en octubre, como entre los de Patricia Bullrich, que lo acompañaron en el balotaje, tras el pacto de Acassuso, que Milei protagonizó con Macri.

Entre los que lo votaron en primera vuelta, sólo el 64,9 sigue confiando en él. El 9,5 lo votó sin hacerlo nunca y el 15,3 vio resentida su confianza por su participación en la estafa de $LIBRA. Entre votantes de Bullrich, los porcentajes son similares: 58,7 confía, 13,6 no confió nunca y 17,3 dejó de confiar por el criptogate, que se extiende cada día, con la aparición de nuevas pruebas y testimonios.