Los más de 43 grados de temperatura de ayer en el norte argentino se sintieron más por la novedad del despido de 165 trabajadores del Ingenio Ledesma, en el municipio de Libertador General San Martín, en el departamento jujueño de Ledesma. A esa cantidad se sumaron 24 despedidos por la empresa Seabord Energías Renovables y Alimentos, que administra el Ingenio El Tabacal, en Hipólito Yrigoyen, departamento salteño de San Ramón de la Nueva Orán.
La empresa Ledesma, que pertenece a la familia de Carlos Pedro Blaquier (el poderoso empresario que murió impune pese a que fue procesado en 2012 por crímenes de lesa humanidad), sostuvo que se encuentra en “el marco de un escenario complejo en el plano local e internacional”, y es necesario “dotar a la compañía de una mayor competitividad y de esa forma poder continuar invirtiendo en el crecimiento y sustentabilidad del negocio”. Por esta situación, entre otras medidas, “se procedió con un recorte de sus gastos corrientes que incluye la desvinculación de 165 trabajadores -menos del 3 por ciento del total de sus trabajadores-, los cuales recibirán el total de la indemnización que marca la ley”, aseguró.
El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), Luciano Lezano, describió a este diario la desesperación de sus compañeros despedidos, que en medio del llanto expresaron su angustia.
Sucede que en esta zona solo hay dos fuentes de trabajo: el Ingenio y el Estado. Por eso, “Ayer lloraba la gente de El Talar, porque saben que deben irse de su pueblo a otro lado”, dijo Lezano.
El dirigente azucarero contó que la empresa comunicó al Sindicato sobre los despidos en una reunión que citó para las 15 de ayer. Días antes había citado a cada trabajador invitándoles a aceptar retiro voluntario con una indemnización. Ante la negativa instrumentó el despido que, en algunos casos, fue comunicado por los supervisores mientras el trabajador desvinculado estaba cumpliendo sus funciones.
En la reunión el SOEAIL pidió a la empresa reveer la decisión y continuar el diálogo para encontrar una alternativa que evitara los despidos. Pero el Ingenio rechazó esta posibilidad. “Lo vemos como un acto de mala fe”, dijo Lezano, quien entendió que los despedidos serán reemplazados por personas con contratos eventuales a quienes la empresa pueda tener por un tiempo para luego desvincularlos sin mayores inconvenientes.
“Entendemos que se trata de una medida injustificada y desproporcionada, un intento por condicionar las negociaciones paritarias 2025, produciéndose los despidos como respuesta inmediata a nuestros pedidos de reajuste salarial”, señaló Lezana.
Actualmente el salario de un trabajador es de $800 mil de bolsillo con turnos rotativos de 8 horas. La mitad de sus sueldos es no remunerativo ni bonificable. Ledesma cuenta con una planta de seis mil trabajadores.
El Sindicato realizará una asamblea hoy para decidir los pasos a seguir.
Un trabajador “caro”
Luciano Lezano contó que en la reunión de ayer los ejecutivos de Ledesma dijeron que les salía más caro un trabajador que el producto.
Redundando en sus justificaciones, la empresa indicó en su comunicado que “en el último año los costos del Negocio Azúcar (negocio más importante de Ledesma) han tenido un importante incremento, mientras que los precios disminuyeron. Valga un ejemplo: los salarios por paritarias aumentaron 220 por ciento, mientras que los precios del azúcar en góndola bajaron, tal como reflejan los informes mensuales del INDEC sobre inflación. Lo mismo ocurrió con el resto de los costos: logística, servicios e impuestos. Vale recordar que durante su ejercicio 24/25, Ledesma pagó al fisco un total de 124.061 millones de pesos en impuestos propios y de terceros”.
“El aumento fue de un 157 por ciento pero es un porcentaje muy mentiroso porque venimos con un porcentaje (de incremento), muy bajo desde hace mucho tiempo. Incluso con ese porcentaje no llegamos a cubrir la canasta básica familiar”, dijo Lezano. Añadió que los informes de la empresa no demuestran pérdidas.
El gremiallista afirmó que la empresa sostiene que la negociación salarial está cerrada por una cláusula de revisión que habría firmado la anterior gestión del Sindicato. La conducción encabezada por Lezano asumió a fines del año pasado. De todas maneras, habían pedido un bono de $200 mil que la empresa también negó.
Despidos en El Tabacal
En Salta, en el ingenio El Tabacal, las noticias tampoco son buenas: la empresa Seabord Energías Renovables y Alimentos despidió a 24 de sus 900 trabajadores y ayer una asamblea aprobó una medida de fuerza hoy a partir de las 5. Así lo adelantó Ramiro Villalba, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA).
Los despedidos, con antigüedades de entre 10 y 20 años, se enteraron al llegar a sus lugares de trabajo. “Algunos fueron a marcar y no podían. Entonces los mandaban a Recursos Humanos para avisarles”, contó Villalba.
Afirmó que los despedidos son de la planta industrial y de campo. En este último caso, son trabajadores temporarios que suelen ser empleados por 8 o 10 meses. Pero que con esta desvinculación no podrían volver a ser contratados.
Villalba no descartó una persecución en contra de la comisión directiva del Sindicato, recién asumida el año pasado, dado que dijo que entre los despedidos están quienes los acompañaron en la campaña y también familiares directos de la conducción gremial.
Ayer hubo una asamblea para debatir y organizar la medida de fuerza de hoy, que ya había sido comunicada a la Secretaría de Trabajo de Salta.
“Muchos compañeros, llorando, nos dicen que tenemos que luchar y que vamos para adelante para reincorporarlos a su puesto de trabajo. Sabemos lo que se complica conseguir un trabajo”, dijo Villalba. "(Estos golpes) nos dan año a año para condicionarnos”, denunció.
En este punto señaló directamente al referente de la empresa, Jorge Smichouski, a quien calificó como “el diablo en persona”. Y es que sostuvo que desde que llegó hubo tandas de despidos, siendo la penúltima, de 38, en marzo del año pasado.
Ambos ingenios distan 100 kilómetros por la ruta nacional 34. Ante la cercanía geográfica, Villalba no descartó que se coordinen y se tomen acciones conjuntas entre ambos sindicatos “para dar batalla a esta situación” y evitar que el efecto dominó termine signando al sector.