Según los datos del INDEC, el 2024 se despidió con 207 mil nuevos desocupados urbanos en todo el país. De ese total, 165 mil son bonaerenses. Es decir, 8 de cada 10 argentinos que empezaron a buscar empleo en los centros urbanos durante el primer año de gestión de Javier Milei están en la provincia de Buenos Aires, lo que la convirtió en el territorio más golpeado por la recesión económica generada a partir de las políticas que impulsó el Gobierno nacional.
Los números fueron publicados por el ministro de Economía, Pablo López, en su red X y comparan el total de nuevos desocupados acumulados al tercer trimestre de 2023 con los de 2024. De allí se desprende que la desocupación urbana de la provincia de Buenos Aires creció 2 puntos porcentuales. Pasó, de 6,4 por ciento a 8,4. El crecimiento fue el doble que a nivel nacional, donde trepó de 5,4 por ciento a 6,4.
López explicitó los datos de la tasa de desocupación urbana que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la cual refleja el porcentaje de la población económicamente activa que no tiene empleo y lo está buscando en los principales centros urbanos del país. No incluye al sector rural y tampoco representa a la cantidad de personas que perdieron su trabajo en el último año que, entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, fueron 261 mil en el orden nacional, según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
Para López, las razones de estos indicadores son claras: “la consecuencia de la orientación de las políticas nacionales, que castiga al mercado interno y la agregación de valor local”.
Además, el ministro remarcó que la provincia es la más diezmada por el accionar libertario. Efectivamente, quedó al tope de los distritos que cosecharon más desocupados en 2024 con 165 mil. La segunda fue Chaco, con 16 mil.
La mirada del ministro, usualmente expresada por Axel Kicillof en sus discursos, es que el impacto del “del ajuste del Gobierno nacional sobre la Provincia obedece al perfil productivo bonaerense”. “En 2024, la industria, la construcción y el comercio, sectores emblemáticos de la Provincia, fueron los más golpeados y, también, los que más empleo destruyeron”, explicó el titular de la cartera económica provincial.
El impacto de Milei en la provincia
La postura del gobernador y su ministro radica en que, entre otras consideraciones, la provincia de Buenos Aires aglutina a 17 millones de argentinos y al 50 por ciento de la producción industrial. Por eso cobra más peso que el derrumbe de la actividad económica en Buenos Aires sea del 4,3 por ciento entre enero y noviembre de 2024.
La caída se ramificó en múltiples actividades, pero la construcción fue de las más castigadas. Tal como viene contando Buenos Aires/12, la parálisis de la obra pública nacional y un fuerte incremento en el valor del metro cuadrado a construir en dólares, llevaron a que el despacho de cemento haya tocado pisos históricos en 2024. Respecto a 2023, la reducción fue de un 30 por ciento.
En paralelo, la situación explica que, sólo en Olavarría, cuna cementera del país, se hayan perdido alrededor de 250 puestos de trabajos el año pasado entre cementeras y canteras, según detallaron desde la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA).
A este cuadro se le suma que la producción de acero cayó casi 14 puntos de manera interanual en 2024 y la de hierro primario más del 7 por ciento en territorio bonaerense. Uno de las manifestaciones más recientes de esta situación se dio en Bragado con la firma Acerbrag. Según le confiaron fuentes de la planta a Buenos Aires/12, la metalúrgica ubicada en el distrito que gobierna Sergio Barenghi volvió a suspender empleados ante “la bajísima demanda y la acumulación de stock”.
“Estamos a un 50 por ciento de la producción y despacho”, señalaron. Además, apuntaron que puede haber nuevas medidas como “más freno a la producción y seguramente adecuación de personal”.
Esto llevó, según los datos analizados por el Centro de Economía Política (CEPA) que lidera Hernán Letcher, a que se perdieran 66 mil empleos en el rubro de la construcción en todo el país.
Y un último golpe de la Nación a los trabajadores llegó en el sector público. Allí, Milei celebró haber reducido la planta de empleados en casi 36 mil personas. Fabiola Mosquera, secretaria general de UPCN provincial señaló días atrás que “el 70 por ciento de esos despidos se dieron en la provincia de Buenos Aires”. Este número tiene su materialización en, por ejemplo, el cierre de decenas de oficinas de ANSES en el interior bonaerense, como el caso de Salliqueló.
La industria solo cae
“Las Pymes no apostamos a LIBRA, porque sólo invertimos para sostener las fábricas abiertas y mantener los puestos de trabajo, en un contexto en donde las ventas se contraen diariamente y los costos de la producción aumentan más que la inflación”, fueron algunas de las palabras de Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos, tras el último informe del observatorio que posee la entidad.
Desde su papelera ubicada en el Parque Industria de Plátanos, en Berazategui, Rosato detalló que en 2024 se perdieron 11 mil pymes, de las cuales 490 son manufactureras. A las causas ancladas en la pérdida del poder adquisitivo y caída del consumo, el presidente de IPA agregó que en materia de comercio exterior durante la segunda mitad del 2024 “las importaciones de bienes de consumo comenzaron a crecer de manera acelerada, alcanzando un incremento del 53% interanual en diciembre.”
Este incentivo de parte de la Casa Rosada para fomentar el consumo importador está desmenuzando a las pymes nacionales. Volviendo al tema de la construcción, una actividad que en la provincia de Buenos Aires se contrajo cerca de los 25 puntos, el escenario motivó el cierre de 700 pequeñas y medianas empresas vinculadas al sector, según los últimos registros oficiales.
Todo este cuadro es el que resumió López en su tuit. El análisis no es novedoso, y el propio ministro lo viene reflejando mes a mes. A fines de enero señaló cómo la industria bonaerense tuvo una caída del 12 por ciento en 2024, en órdenes similares al peor momento de la pandemia.
Y el sector automotriz fue uno de los más agredidos con las políticas nacionales. En la provincia, la producción de neumáticos se contrajo un 22 por ciento el año pasado, como para tomar uno de los ejemplos en relación a las autopartes. Pero, en lo que respecta propiamente a la fabricación de vehículos, la caída interanual se ubicó por encima del 7 por ciento.
Tal como contó este diario, la automotriz Toyota concluyó un plan de retiros voluntarios para personal jerárquico que incluyó a supervisores, gerentes y directivos, en su planta de la localidad de Zárate.
En paralelo, en la planta que Mercedes Benz posee en la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza, crece la preocupación entre los trabajadores por la sucesión de versiones que hablan de inminentes envíos de telegramas de despido.
El mismo escenario conflictivo se percibe en la autopartista Pilkington, la principal proveedora de cristales para vehículos, una multinacional también de origen japonés, con operaciones en la localidad de Munro, partido de Vicente López.