La compleja relación en que se encuentran las empresas de colectivos por el esquema de fijación y pago de los subsidios tiene en alerta a los empresarios, pero también a los trabajadores. Por eso, desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los choferes, acudieron a la Provincia de Buenos Aires en busca de una salida.
Por esa razón, el ministro de Trabajo, Walter Correa, junto al subsecretario de Relaciones del Trabajo, Andrés Reveles, y el subsecretario de Transporte, Damián Contreras, recibió a las autoridades del gremio en La Plata.
Se trata del primer paso de la conformación de una mesa de trabajo interministerial e intersectorial para buscar un camino de solución. Según se informó desde las carteras de Trabajo y de Transporte, a cargo de Martín Marinucci, en el encuentro “abordaron las dificultades que afectan a los choferes del transporte público en la Provincia”.
Según pudo conocer Buenos Aires/12, allí no solo plantearon inquietudes vinculadas a la seguridad de los choferes y conductores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), sino también la preocupación por la quita de subsidios que afecta al transporte, así como la reducción de servicios por parte de las empresas.
Fuentes del Gobierno provincial señalaron a este medio que el encuentro se desarrolló ante “la preocupación sindical por la situación general de los subsidios, dado que la estructura de costos no es acorde y ven una luz amarilla por la continuidad laboral de muchas personas”.
En ese plano, se subrayó que nació como un pedido de la UTA, dado que la entidad gremial “no encuentra respuesta a nivel nacional”.
En la cartera de Transporte ven como un conflicto que la compensación del subsidio de las líneas provinciales de colectivos las paga la Provincia, pero con el cálculo realizado por la Nación. “Ese cálculo está atrasado y genera perjuicios a las empresas”, señalaron, en tanto que se marcó que también se ve perjudicada la Provincia porque pone el dinero, pero no es la jurisdicción que hace la cuenta.
“La idea es ir hacia un esquema propio de estructura de costos y de liquidación, que no es algo sencillo”, adelantaron.
Como dio cuenta Buenos Aires/12, a poco de asumir el cargo en enero, Marinucci convocó y sentó en una mesa de trabajo a los titulares de las principales cámaras que nuclean al transporte de pasajeros, y les puso de manifiesto su intención de ir por un “equilibrio” entre la ganancia de las compañías y los beneficios para los millones de personas que utilizan el servicio a diario.
“Nuestro objetivo es que cada vecina y vecino viaje bien. Entendemos que optimizar el servicio, los recorridos y las comodidades forman parte de una ecuación compleja en la que los empresarios también tienen que estar contenidos”, señaló el funcionario ante los representantes empresarios.
Allí postuló, además, que “la idea es buscar un equilibrio que proteja a los usuarios y que permita el desarrollo de la actividad”.
En aquel encuentro el ministro ya había expresado la intención de que sea la Provincia la que empiece a administrar la liquidación de los subsidios, aunque para eso tiene que haber voluntad de Nación.
Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), que periódicamente publica informes sobre la situación del transporte conurbano, el cálculo que realiza la administración nacional quedó desactualizado ya que el boleto mínimo tiene un precio de 371,13 pesos, cuando el precio sin subsidio debería ser de 1.393,9 pesos.
Por eso, Marinucci y sus funcionarios pidieron a los empresarios que aporten información, algo que tuvo una respuesta positiva. "Nosotros nos basamos en información pública y verificable; así que quedamos en hacer mesas técnicas, poner los números de costos y entendemos que, en algún momento, la Provincia se va a hacer cargo del transporte plenamente", dijo a este medio el vicepresidente de AAETA, Luciano Fusaro.
“Los usuarios y la Provincia están en una situación económica difícil, pero el transporte debe mejorar y eso se hace con plata. Entonces hay que armar el rompecabezas. Claro que esto no se va a solucionar de un día al otro, pero nadie tiene esa expectativa”, añadió.
El último conflicto se dio a principios de este mes, cuando la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) había advertido por un paro en los servicios de colectivos en el conurbano, en el marco de una discusión paritaria entre los empresarios y la UTA.
En esa oportunidad, el Ministerio de Transporte definió adelantar el pago de los subsidios y logró así destrabar el conflicto.