En sintonía con los intereses del Gobierno Nacional, el peronismo antikirchnerista prepara finalmente la fractura de la bancada del Frente para la Victoria-PJ en el Senado. Comandados por Miguel Pichetto, esta semana presentarán formalmente ante la presidencia de la Cámara Alta la nota para pedir la creación del interbloque “Justicialista”, que aspira a mantenerse como la primera minoría, por encima de los 25 senadores que aglutina Cambiemos. La jugada se concretará antes de que asuma la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el próximo lunes, y tiene como objetivo relegarla a ella y a los senadores que la acompañan. Además, la conformación de las nuevas bancadas tras el recambio legislativo es clave para determinar el reparto de integrantes y presidencias de las comisiones. Algunas de ellas, como la de Presupuesto y Hacienda, deberán constituirse en diciembre mismo para tratar en sesiones extraordinarias las iniciativas aprobadas en la Cámara de Diputados.
Después de dos años de tensión interna, la situación del bloque PJ-FpV se acerca a una definición. Pichetto dejó en claro más de un mes que no compartirá el bloque con la ex presidenta bajo el pretexto de que ingresó al Congreso con el frente Unidad Ciudadana, que no contaba entre sus integrantes al Partido Justicialista. Desde el kirchnerismo retrucaron que el senador por Río Negro “no tiene atribuciones para determinar qué senador debe formar parte, o no, del bloque” y que no todos los senadores que forman parte de la bancada actualmente ingresaron por el PJ. Esas fueron las palabras del neuquino Marcelo Fuentes, un hombre de pura cepa peronista y alineado con CFK. “Quiero ver qué senador le dice a la ex presidenta que no puede ser parte del bloque, quién tiene argumentos, qué senador, que ex gobernador que ha tenido relación con ella durante años le dice ‘usted no puede estar acá’”, afirmó Fuentes.
Sin embargo, para sortear ese obstáculo de tener que expulsar o vetar el ingreso de la ex presidenta, el formato que eligieron los senadores comandados por Pichetto es el de crear directamente un bloque nuevo. Según fuentes de ese espacio, lograrán sumar peronistas que no estaban en el bloque PJ-FpV como el cordobés Carlos Caserio, que responde al gobernador Juan Schiaretti, y los dos pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango, alineados con el gobernador Carlos Verna. También podrían sumarse al interbloque los dos senadores del Frente Cívico por Santiago, Blanca Porcel de Ricobelli (en reemplazo del elector gobernador, Gerardo Zamora) y Ada Iturrez de Capellini.
Cerca de Pichetto confían en que superarán en cantidad de integrantes a Cambiemos, que con la última elección pasó de tener 15 votos a 25. De todas maneras, la buena relación del oficialismo con el rionegrino, sumado a los intereses compartidos de desgastar al kirchnerismo, le garantizan un trato preferencial en el reparto de poder en la Cámara Alta.
Si finalmente se cristaliza la ruptura, algo que desde el kirchnerismo todavía se resisten a aceptar, la ex presidenta quedaría con un bloque de ocho miembros, que podría ampliarse con otros senadores que todavía no adelantaron su posición. Los confirmados que se mantendrán al lado de CFK son las camporistas Anabel Fernández Sagasti, Ana Almirón y María de los Ángeles Sacnún, sumadas a la chaqueña María Inés Pilatti Vergara, la chubutense Nancy González, la santacruceña Ana Ianni y el neuquino Fuentes. Otros legisladores peronistas como el chubutense Mario Pais o la catamarqueña Inés Blas estaban todavía en duda. En la misma situación se encuentran los formoseños José Mayans y María Teresa Margarita González, que responden al gobernador Gildo Insfrán, enfrentado con la Casa Rosada.
La idea de Pichetto es replicar el funcionamiento del interbloque federal de la Cámara de Diputados, cuya base es el Partido Justicialista y se ordena en torno a los principales gobernadores peronistas.