Dos ambientalistas, padre e hijo, fueron asesinados en Honduras, uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de la tierra, denunció el Instituto de Conservación Forestal (ICF).

El organismo "condenó" en un comunicado la "muerte trágica" de los "reconocidos defensores en la protección y conservación del ambiente", Juan Bautista Silva y su hijo Antonio Silva, que ocurrió en la comunidad de las Botijas, departamento de Comayagua, unos 50 kilómetros al norte de la capital.

Según medios locales ambos habían sido dados como desaparecidos y horas después militares hallaron los dos cuerpos desmembrados en un área boscosa, unos 40 kilómetros al norte de Tegucigalpa, según medios locales.

El ICF indicó que el área donde ocurrió el crimen está "bajo régimen especial de manejo forestal" asignado a una cooperativa agroforestal. Sin embargo, en la última década las actividades "se han visto amenazadas" por·"grupos ilícitos" que quieren desarrollar proyectos urbanísticos en la zona.

El ICF exigió a las autoridades realizar "las investigaciones necesarias para identificar y judicializar" a los responsables y "reforzar la protección y seguridad de quienes denuncian los delitos ambientales".

Crímenes contra activistas

Honduras es uno de los países más letales para los activistas medioambientales en el mundo, de acuerdo con la ONG Global Witness, que en un informe publicado en septiembre pasado lo ubicó en el cuarto lugar con 18 asesinatos en 2023, después de Colombia (79), Brasil (25) y México (18).

El 14 de septiembre de 2024 fue asesinado el ambientalista Juan López, que luchó contra la minería a cielo abierto en el noreste del país. Tres personas están detenidas como sospechosas.

En 2016 fue asesinada la emblemática ambientalista Berta Cáceres. Por el crimen ocho personas fueron condenadas a penas de 30 y 50 años de prisión.