El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca declarar el inglés como "lengua oficial" de ese país. Se trata de una medida inédita, ya que Estados Unidos nunca tuvo un idioma oficial a nivel federal. Según un documento difundido este viernes por un funcionario de la Casa Blanca, la medida tiene el objetivo de "promover la unidad". Sin embargo, el proyecto también deja en evidencia el desprecio del mandatario por las personas migrantes.
"Ya era hora de que el inglés fuera reconocido como el idioma oficial de Estados Unidos", indicó una fuente oficial a la agencia AFP. Aunque se desconoce en qué momento firmará la orden ejecutiva, se desestima que sea este mismo viernes, ya que no forma parte de las actividades planificadas para la jornada, según el programa de la Casa Blanca.
La orden incluirá una derogación de una directiva del año 2000, durante el mandato de Bill Clinton, para que las agencias federales faciliten servicios en otros idiomas a todos aquellos con un dominio limitado del inglés, según la cadena CNBC.
A mediados de enero, a pocos días de haber asumido su segundo mandato al frente de los destinos de Estados Unidos, Trump ordenó cerrar versión en español de la página web de la Casa Blanca. Esta medida causó un gran revuelo, ya que según el centro de reflexión The Hispanic Council, 43 millones de personas hablan español con fluidez en Estados Unidos.
La cruzada de Trump contra los migrantes
La decisión del mandatario norteamericano iría en línea con sus últimas medidas en contra de los migrantes. A fines de enero, en ese país se dio inicio a una feroz campaña de deportación de migrantes ilegales o de extranjeros residentes o estudiantes universitarios que se unieron a las protestas a favor de Palestina.
El uso de otros idiomas en la vida pública, como el español, genera controversia desde hace años en Estados Unidos. En Texas, en 2011, un senador estatal exigió que un activista de los derechos de los inmigrantes hablara inglés y no su español nativo en una audiencia legislativa. Aquel episodio reavivó un debate que se venía gestando desde hace décadas: ¿es apropiado hablar español en Texas?
El estado texano fue parte de México y, antes de eso, parte de la colonización española. De tal modo, la discusión del momento generó mucho dolor para muchos estadounidenses con orígenes latinos de avanzada edad, ya que les remitía a los castigos sufridos por hablar español en la escuela en los años 50.