Néstor Borri es integrante de la asociación civil Centro Nueva Tierra e impulsor de Factor Francisco, una iniciativa con fuerte base en las redes sociales que busca difundir el mensaje del papa Francisco de una forma distinta. Este sábado pasó por el estudio de la 750 para dialogar sobre el legado del Sumo Pontífice.

"Nuestra sensación siempre fue que, en sociedad, en política, en la Iglesia, en todo el espectro de la vida social, Francisco tiró centros y nosotros estamos en déficit del cabeceo", planteó Borri en Qué Me Contas, que conducen Taty Almeida y Charly Pisoni.

Factor Francisco tiene su origen en el Centro Nueva Tierra, una asociación civil surgida en los albores de la vuelta de la democracia y que se planteó inicialmente como una revista y un espacio de encuentro entre militantes políticos cristianos que se habían reencontrado en la Argentina tras el fin de la dictadura cívico militar. 

"Por supuesto, como les debe pasar a muchos, con una relación compleja con la jerarquía católica durante muchos años y también con Bergoglio", recordó Borri, sobre el momento fundacional del Centro Nueva Tierra. Y bromeó: "Una vez hablé con un superior de una congregación que me decía: 'Yo creo en el Francisco de la fe, pero tengo problemas con el Francisco histórico'". 

En esa línea, Borri señaló que la Iglesia católica siempre fue "un hueso duro de roer", pero que esa complejidad es parte esencial de la misma. "Hay una sola Iglesia que se vive de muchas maneras, y esas convivencias son las que la hacen real. Con Argentina pasa lo mismo, con el peronismo también", resumió. 

Factor Francisco nació a partir de la idea de hacer "cultura pop" con el Papa, una idea que aportó el escritor y guionista Pedro Saborido. Esto es, traducir al Santo Padre, pero con una operación propia. "Hacer una operación de Francisco para no recibirlo en la grieta en la que cayó y para retrucar las provocaciones que tira el Papa argentino a los argentinos", detalló Borri. 

"Si no, y díganme si no es lo que nos ha pasado un poco, se lo cita y no pasa nada. Es de cotillón", justificó.

Por eso, continuó, es importante ahondar más allá de algunas frases efectistas como "el argentino más importante de la historia" o de las grietas en las que cayó su figura. "No importa si se es católico o no, progresista o conservador, de izquierda o derecha. Francisco es un argentino puesto en una institución central del mundo, de Occidente y de la historia. Y cuando pasen 500 años, va a haber un argentino del que se va a seguir hablando, pase lo que pase. Y eso tiene que ver con el tema de nuestra autoestima como argentinos, que es algo que solemos trabajamos mucho", detalló. 

Y concluyó, a modo de reflexión: "Es algo de lo universal que nos toca como país, una dimensión universal de lo que somos. Y, para los que creemos en la justicia social, necesitamos construir una justicia social que provoque. El Papa dijo que hagamos lío. Entonces, ¿cómo hacemos una justicial social que no se nos adormezca?".