Transcurridas dos semanas de la criptoestafa, con papel protagónico del presidente Javier Milei y su hermana Karina, hay numerosas preguntas sobre el escándalo sin respuestas o con respuestas difusas. Para el mundo -New York Times, Forbes y publicaciones de todo color- está claro que hubo una estafa, coimas y otros delitos, en una maniobra que no se hubiera podido concretar sin el tuit de Milei.