Hace un par de años en esta sección creamos un banco de insultos y sobrenombres tribuneros y creativos para “bautizar” a los grandes maderas del fútbol, aquellos que, como dijimos aquella vez, como futbolistas eran más malos que una rebaja de sueldo. En los últimos días muchos de esos apodos se viralizaron -como aquél que afirma que a Gago lo llaman “embrague”- porque primero mete la pata y después hace los cambios.
Hoy en exclusiva para Peligro de Wolf, usted hincha de fútbol tiene aquí una nueva entrega de sobrenombres creativos para futbolistas maletas (con algunos de los viejos de siempre y los nuevos que el ingenio popular de los hinchas y las redes incorporaron), como para ir a la tribuna y gritar con ingenio y humor a los futbolistas que lo sacan de quicio.
Abeja: un pique y se muere.
Acelga: sirve solamente para relleno.
Aguinaldo: apenas llega, se agota.
Aguja de crochet: engancha, pero no pincha.
Almanaque: tarda un mes en darse vuelta.
Amor de madre: no tiene condiciones.
Arroz blanco: lo traen para acompañar.
Balde de plástico: en cualquier momento lo rajan.
Boomeran roto: no vuelve.
Cajero automático: nadie lo saca del banco.
Camino de Cintura: está todo roto.
Cebolla: lo mirás y te hace llorar.
Celular sin saldo: no marca.
Cenicero de moto: nada más inútil.
Charango: mitad de madera, mitad de animal.
Conejo negro: no lo hacen trabajar ni los magos.
Cuchillo de plástico: no corta nunca.
Delfín: hace 2 o 3 cosas y después nada y nada.
Diente de leche: se cae solo.
El escombro: donde lo pongas estorba.
El político: está, pero no hace nada.
El químico: no tiene nada de físico.
Espejo empañado: no tiene reflejo.
Esquimal: jamás ha transpirado.
Galleta de arroz: no aporta nada.
Ginecólogo: la toca, pero no la mete.
Globo con helio: sube y no vuelve.
Helado de locro: no existe.
Huevo frito: la primera patada va al hígado.
Humedad: echa a perder las paredes.
I phone 8: hace tiempo fue bueno.
León: es el rey de los animales.
Lobo: es más que perro.
Luces altas: lo ponen cuando no viene nadie.
Mentiras: por las patas cortas.
Nido abandonado: no tiene huevos.
Ola de mar: siempre se rompe.
Orégano: lo ponen para dar el gusto nomás.
Papá Noel: no existe.
Peaje roto: lo pasan todos.
Perro bueno: no ataca nunca.
Perro de departamento: cada vez que sale hace cagadas.
Pintura barata: hay que darle dos manos (para un arquero).
Plazo fijo: nunca sale del banco.
Producto chino: mucha pinta, pero no sirve.
Puente roto: nadie lo puede pasar.
Rastrojero viejo: hay que empujarlo para que arranque.
Senda peatonal: todos saben que está, pero nadie le da pelota.
Soldadura: verlo hace mal a la vista.
Té de yuyos: no te hace mal, pero tampoco te sirve para nada.
Tela de amianto: no se calienta por nada.
Telenovela mexicana: lleno de problemas.
Tele robada: no tiene control.
Televisor viejo: le falta definición.
Tortuga de jardín: está, pero no se sabe dónde.
USB con virus: si lo ponés te caga el equipo.
Contame cuál es tu preferido y si tenés uno propio, sumalo a este banco de sobrenombres.