Con un mail un sábado a la noche, o una videollamada entre semana con los micrófonos silenciados, cientos de miles de empleados federales del gobierno de Estados Unidos se enteran que son despedidos como parte del "plan motosierra" del presidente Donald Trump y su aliado Elon Musk para achicar el gasto público. Las solicitudes de prestaciones por desempleo llegaron a su nivel más alto en tres meses: el número de estadounidenses que pidieron seguro por desempleo aumentó en 22 mil hasta llegar a 242 mil, durante la semana que terminó el 22 de febrero.

A falta de una estadística oficial, la mayoría de los más de 200 mil trabajadores federales que se encuentran en período de prueba, quienes regularmente estuvieron empleados durante menos de un año, ya fueron despedidos. Engordan esa cifra más de 75 mil empleados federales que aceptaron una oferta de indemnización, según el sitio web de la cadena CNBC. En su newsletter semanal, la economista Callie Cox sostuvo: "Si sigue esta tendencia, tendremos el mayor recorte de empleos federales en la historia de EE.UU. Los empleos públicos han servido como un colchón para la fuerza laboral, un colchón del que dependemos más de lo que la mayoría cree en estos días. Si se elimina ese colchón con una sierra en lugar de un bisturí, inevitablemente pueden surgir problemas".

El fin de semana pasado, Musk pidió a los empleados federales de distintas agencias que resuman en un mail sus tareas en la última semana o se arriesgaban a ser despedidos. La Oficina de Personal del Gobierno (OPM por sus siglas en inglés) precisó después que la respuesta era voluntaria y pidió que la información facilitada fuera lo más general posible para proteger datos confidenciales. Agencias como el FBI, el Departamento de Estado o el Pentágono pidieron a sus empleados que ignoren el correo electrónico, advirtiendo que son los supervisores de estos departamentos quienes deben evaluar el desempeño de sus trabajadores.

"Estamos todos en shock"

En la OPM, decenas de empleados en período de prueba fueron despedidos en una llamada de la aplicación Microsoft Teams, según la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales. Después de recibir un correo electrónico para unirse a la llamada, aproximadamente 100 personas se sumaron con la imagen y el audio desactivados. Se les informó que fueron despedidas y tenían que abandonar el edificio en media hora.

"Hay un tiempo, entre uno y dos años, en el que se está a prueba, y si al final de ese periodo tu rendimiento no es satisfactorio podés ser despedido. Pero en este caso se trata de personas que estaban en medio de este periodo y cuyo rendimiento estaba siendo excelente", denunció Gabriel Hopkins, trabajador de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. Distintos sindicatos presentaron una demanda para bloquear los despidos masivos de empleados federales en periodo de prueba, alegando que estos "representan uno de los fraudes laborales más masivos en la historia de este país".

"Me enteré por correo. Escuché rumores de que se estaban enviando mails de despido, y como tenía la computadora, me conecté y lo vi. Llamé a mis supervisores y me dijeron que no sabían que esto iba a pasar. Estamos todos en shock", comentó a la agencia EFE una trabajadora de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que prefirió no revelar su nombre. Le dijeron que estaba de "baja administrativa hasta el 14 de marzo", aunque le pidieron que devuelva "todo el equipo de trabajo" y le bloquearon el acceso a los sistemas.

Los sectores más castigados

La lista de despidos en áreas estratégicas del país suma nuevos capítulos todas las semanas. Cientos de científicos y expertos fueron despedidos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, una agencia responsable de la previsión meteorológica, el análisis climático y la conservación marina. El domingo pasado el gobierno de Trump anunció la eliminación de 1.600 puestos de trabajo en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y colocó bajo licencia a casi todos sus demás empleados en el extranjero.

En los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), alrededor de 1.300 empleados podrían perder sus trabajos, según la CNN. Entre esos empleados están los del Servicio de Inteligencia Epidémica, conocidos como los "detectives de enfermedades", quienes trabajan desde 1951 para ayudar con amenazas a la salud pública en EE.UU. y en el extranjero, incluyendo la erradicación de la viruela, el ébola, el VIH y el covid-19.

Otros 3.400 empleados del Servicio Forestal y 2.000 empleados del Departamento de Energía fueron despedidos el jueves pasado. "Contratar y mantener un funcionariado calificado es una tarea ingente, y despedir indiscriminadamente a trabajadores calificados es una increíble pérdida de tiempo y dinero. Despedir a decenas de miles de funcionarios supone una enorme presión sobre los servicios públicos de los que los estadounidenses dependen cada día y hace que nuestro país sea menos seguro", afirmó Randy Erwin, presidente de la Federación Nacional de Empleados Federales.

El gobierno está "encantado" con el trabajo de Musk, aseguró Trump el miércoles pasado, en la primera reunión de gabinete con el dueño de Tesla como invitado de honor. Pero así como Trump echa a andar su motosierra, también surgen actos de resistencia. Muchos sindicatos de las diferentes agencias federales ya interpusieron demandas contra el gobierno de Trump sosteniendo que los despidos son ilegales. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, lanzó una campaña con el lema "Estás contratado" para contrarrestar el "Estás despedido" del presidente de EE.UU. y reclutar a trabajadores del sector público.

Los empleados de Musk se sublevan

Alrededor de un tercio de los miembros de la comisión de eficiencia gubernamental dirigida por Musk (DOGE) presentó su renuncia al considerar que el multimillonario sudafricano pone al país en peligro. "Juramos servir al pueblo estadounidense y mantener nuestro juramento a la Constitución a lo largo de las administraciones presidenciales. Sin embargo, ha quedado claro que ya no podemos cumplir con esos compromisos", escribieron 21 miembros del personal de la agencia en una carta enviada a la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles.

Los firmantes describen un proceso de transición caótico que empezó el 21 de enero con entrevistas realizadas por sujetos no identificados que llevaban insignias de visitante de la Casa Blanca. Los entrevistadores cuestionaron al personal sobre lealtad política, buscaron crear división entre los miembros del equipo y mostraron "una capacidad técnica limitada", aseguran. A su manera, Musk respondió en X a los trabajadores del DOGE asegurando que les va a triplicar la jornada laboral de 40 a 120 horas a la semana.

"Con frecuencia pensamos en el gobierno federal como un concepto abstracto de intermediarios burocráticos propensos a recortes presupuestarios", advierte Callie Cox, agregando que en realidad "los gobiernos son personas y pronto podremos descubrir, por las malas, que la gente es quien dirige la economía estadounidense". Al recordar que el gobierno federal es una fuerza laboral de tres millones de personas que sirve a 330 millones de estadounidenses, la investigadora remata con un mensaje dirigido a Musk y quienes le echan más nafta a la motosierra: "Todos tenemos derecho a quejarnos, pero debemos entender qué es lo que celebramos cuando elogiamos amplios recortes en nombre de la eficiencia".