En los últimos días no dejó de resonar la frase “maldita inseguridad”, acuñada hace algunos años en medios y reiterada especialmente hasta el hartazgo en programas de televisión. Esta expresión se erigió, como tantas otras, en un clamor colectivo que surgió ante un crimen atroz, provocando que la sociedad dijera “basta”. En diversas ocasiones, esto nos llevó a las calles; en otras, no. No se trata