Cuatro toros, cien vacas y un inquieto puma deambulan por el rancho Dutton al comienzo de la nueva temporada de 1923 (reciente estreno de Paramount+). El drama histórico que expande el universo de Yellowstone con la dupla protagónica de Helen Mirren y Harrison Ford. La (vieja) nueva generación del clan sucede hace más de un siglo, junto con la inquina de sus adversarios por quitarles a Jacob y Cara ese rincón montañoso de Montana. Son tiempos jodidos para la familia tras la rapiña de latifundistas y usureros. Tuvieron que vender su último rebaño, y subsisten a “pan duro y algo de guiso”. Si en los primeros ocho episodios se respiraba el eco de una pandemia, una gran sequía y el fin de la Ley Seca, en estos sacude con la inclemencia de un presente ominoso. “Como osos hibernamos hasta la llegada de la primavera”, dice la mujer en ese prólogo que marca el tempo de una temporada que será cruda y beligerante, pero por sobre todo animal.

Cara es de ascendencia irlandesa, viste como una abuela querible, posee la lengua más letal de Montana y no teme armarse para defender lo suyo. Si hay algo que desmarca a1923 del resto del multiverso concebido por Taylor Sheridan es la presencia de la criatura compuesta por Helen Mirren. “Taylor ha creado grandes personajes femeninos, en este caso no es tanto su fortaleza lo que la hace interesante, sino su complejidad, eso le da sus fallas, pero también habilidades”, dijo Helen Mirren en una entrevista a la que tuvo acceso Pagina/12. Así es como el romance crepuscular con el personaje de Ford (con quien había trabajado en La costa mosquito) se comprende con el cruce de miradas, gestos pequeños y palabras secas. El legado es una de las cuestiones que se repiten en esta saga, y como la pareja no tuvo descendencia propia, busca que sus sobrinos se hagan cargo de la propiedad. Por un lado, aparece el leal Jack (Darren Mann) y, a bordo de un transatlántico, está el indescifrable Spencer (Brandon Sklenar) perseguido por los fantasmas de la primera guerra mundial.

Más allá de la estación, el western se mantiene en el ADN de este relato con la codicia de sus antagonistas, el destrato a los nativos americanos y la apropiación forzada de tierras. Los rivales de turno son Banner Creighton (Jerome Flynn), el granjero de ovejas criado en una barrica escocesa, y un magnate llamado Donald Whitfield (Timothy Dalton) acostumbrado a obtener lo que quiere. Claro que su intención de convertir Montana en un jardín de juegos para la élite, tiene como escollo a los Dutton. “Es increíble ser parte de esta gran pieza de guerra y paz en las entrañas de los Estados Unidos”, dice la actriz británica. Para Mirren, su propia historia como hija de un migrante ruso en Gran Bretaña, le dio algunas armas para entender lo propuesto por Taylor Sheridan. “Es un gran drama que incluso en los momentos más mundanos tiene algo de poético, y eso está en función de emocionar”, detalla sobre el trabajo del máximo responsable de 1923.

-La nueva temporada está marcada por las inclemencias de un invierno durísimo, ¿cómo afecta eso a Cara?

Helen Mirren: -Los Dutton se enfrentan a una temporada brutal con ese viento helado que afecta tu manera de actuar. Está sola porque Jacob se fue a la ciudad a resolver sus temas. Creo que hay una gran verdad de cómo vivían por entonces las mujeres en esas comunidades rurales. La muerte era una constante en su cabeza. La muerte de sus seres queridos, de sus amigos, la muerte es normalidad y no las tomaba por sorpresa.

-¿Cambió algo en ella de la primera a la segunda temporada?

H.M.:- En esencia es la misma. Lo que cambiaron fueron las circunstancias, empieza a sentir hambruna. Lo comparo con la expedición Donner, esos colonos que se convirtieron en caníbales para sobrevivir a mediados del siglo XIX.  En aquellos días, que no parara de nevar significaba que te quedabas sin comida. Y no es sólo la fuente y la falta de alimentos para los humanos, sino también para los animales que los rodean. Así que será una temporada marcada por la lucha contra la muerte. Este invierno los empuja a los límites de la supervivencia. 

Programados

* Después del bombazo de Gambito de Dama, Anya Taylor Joy retorna al streaming seriado con Lucky. La historia sigue a una joven que dejó -por una rato- al crimen. Dentro del elenco también se anotan Annette Bening, Aunjanue Ellis-Taylor, Timothy Olyphant y Drew Starkey. Esta semana se inició su rodaje en Las Vegas y luego seguirá por Los Ángeles. Su estreno será a finales de año.

* El futuro conspiparanoide de Paradise tendrá una segunda temporada por Disney+. Con más de siete millones de vistas en su primera semana, la serie de Dan Fogelman se convirtió en uno de los hits para la plataforma del ratón. La conclusión de la primera temporada estará disponible desde mañana. Por otro lado, el 19 de marzo llegará a ese mismo servicio Good American Family. Ellen Pompeo, Mark Duplass e Imogen Faith Reid protagonizan este relato sobre una familia del Medio Oeste norteamericano que adopta a una niña con una rara forma de enanismo. Katie Robbins (Sunny) es la showrunner de esta reversión de la historia de Barbora Skrlova, llevada al cine en La huérfana.

* El próximo 9 de abril Paramount+ estrenará la conclusión de The Handmaid’s Tale. June (Elisabeth Moss) encabeza la revolución en una Gilead que mantiene su poder de fuego y misoginia. Las cinco temporadas previas ya están disponibles en el servicio.

El personaje

Isla Gordon de Una nueva jugada (Kate Hudson). La heredera de una de las franquicias más exitosas en la historia de la NBA debe demostrar que puede comandar el negocio familiar. La comedia sobre esta “Nepo anciana”, hecha a imagen y semejanza de la dueña de Los Lakers, ya está alojada en Netflix.