Vélez vivió una pesadilla: terminó dos hombres menos y cuatro lesionados, perdió y profundizó su derrumbe. Huracán ganó y ratificó lo bien que le está yendo. El 2 a 0 en Liniers dejó al Fortín último en la Zona B con apenas dos puntos y ocho partidos sin ganar ni hacer goles. Y ratificó la buena racha del Globo que lleva cinco fechas sin perder con tres triunfos al hilo y quedó a tres puntos de los líderes de la A.
Es tan estresante el presente de Vélez que debió hacer dos cambios por lesiones antes de la primera media hora de juego: salieron Pellegrini y Mammana y entraron Machuca y Pernicone. Pero además volvió a quedar expuesto por su falta de volumen de juego y profundidad. La pelota le llegó poco y mal a Braian Romero. Por eso, Galíndez no tuvo intervenciones de riesgo.
A Huracán tampoco se le cayó el fútbol de los bolsillos. Pero para ponerse en ventaja le alcanzó con el orden, el buen control de la media cancha que hicieron Leonel Pérez y Gil y con el aprovechamiento de una de sus pocas llegadas claras. A los 22 minutos, Mazzantti metió una pelota al área y Ramírez, con un cabezazo bombeado, anotó y desató sobre Liniers una nueva tormenta de desencanto y estribillos enojados.
Las desgracias de Vélez prosiguieron en la segunda etapa. En el entretiempo, Sebastián Domínguez debió hacer otros dos cambios por lesiones (salieron Ordoñez y Machuca). Y fueron tal la impotencia y el desconcierto que el equipo empezó a pegar y fueron expulsados los zagueros Quiros y Pernicone.
Huracán pudo haber ampliado pero Marchiori le tapó dos entradas a Mazzantti y Miljevic y, ante la superioridad numérica, pareció dejarse estar. Hasta que a falta de once minutos, Ojeda habilitó a Tissera que eludió a Marchori y con el arco libre marcó el gol del 2 a 0 definitivo.
La renuncia de Domínguez
Sebastián Domínguez renunció tras el partido, poniéndole fin a un ciclo histórico por lo negativo: en ocho fechas del torneo, su equipo pasó de campeón (con Quinteros como DT) a no marcar goles, recibir 13 y rescatar sólo dos puntos. La única alegría llegó durante la semana con el triunfo por Copa Argentina ante Midland, de la Primera B, con un gol de penal cerca del final.
La decisión fue comunicada por Domínguez a los jugadores en el vestuario y el entrenador evitó brindar declaraciones a la prensa y no participó en la conferencia posterior.