Las compañías de cereales liquidaron exportaciones por 2.181 millones dólares durante febrero, cuando empezó a regir de forma parcial la baja de retenciones anunciada por el Gobierno nacional. Se trata de una suba del 45% en la comparación interanual y del 5,8% en relación a enero de 2025. La mejora, sin embargo, no alcanza para compensar la caída de reservas del Banco Central, traccionada por el incremento de las importaciones y la venta de divisas para contener a los paralelos.
En el primer mes del año, el presidente Javier Milei decidió la baja temporal de los Derechos de Exportación (DEX). De este modo, las retenciones a la soja pasaron de 33 a 26 por ciento; los derivados del 31 al 24,5 por ciento; el trigo, el maíz, el sorgo y la cebada del 12 al 9,5 por ciento y el girasol, del 7 al 5,5 por ciento.
Con dicha medida en vigencia, el sector agroexportador aceleró y vendió granos -principalmente de soja- al mundo por 2.181 millones dólares, lo que representa un volumen 45 por ciento superior que en igual período de 2024, según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“El ingreso de divisas del mes de febrero es el resultado del inicio del Decreto 38/25 que implica una baja transitoria de derechos de exportación para el complejo cerealero-oleaginoso y que recién empezó a tener efectos a mediados de mes cuando se finalizó con las reglamentaciones del mencionado Decreto”, señaló CIARA en un comunicado de prensa.
¿Una buena cosecha nos salva?
De esta manera, el Gobierno obtuvo mayores ingresos para sostener la intervención del mercado cambiario e intentar mantener las cotizaciones de los dólares financieros. De acuerdo a los datos, la baja transitoria de retenciones ideada por el ministro Caputo tuvo efecto. Pero incluso así, resultó insuficiente.
Los activos del Banco Central se diluyen por la suba de importaciones -que solo en enero de 2025 crecieron 24,6 por ciento interanual- y por la necesidad del Gobierno de mantener el dólar planchado “artificialmente”, evitando una devaluación. “Existe una apreciación real exagerada del peso, que puede estimarse en alrededor del 20 por ciento”, afirmó hace pocas semanas Domingo Cavallo, el ex ministro de Economía, del ex mejor gobierno de la historia de acuerdo a la opinión de Milei en su discurso de apertura a la Asamblea Legislativa.
En febrero hubo un saldo negativo en las arcas de la autoridad monetaria. En el mercado se estimó que se perdieron durante el mes 312 millones de dólares. Al mismo tiempo, en lo que va del año se dilapidaron 1612 millones. Los dólares del agro no alcanzan a cubrir la liquidez de la entidad monetaria rectora de la economía nacional y el Fondo Monetario espera la señal del Congreso para otorgar un nuevo préstamo.
Previsiones
“Ya comienza la cosecha de maíz y la demanda externa se mantiene pujante. En Chicago, las expectativas de mayor área del cereal pesan en los precios”, aseguró un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario. La noticia suma expectativas de la administración libertaria.
La parte gruesa del ingreso de divisas del sector agroexportador se produce con una antelación de 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de aceites y harinas proteicas. El pago también depende del momento de la campaña y del grano de que se trate “por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas”, remarcaron desde la cámara.
En el maíz, se esperan buenas noticias: "tan intensa ha sido la dinámica desde inicios de año, que la llegada de maíz a puerto acumulada en lo que va del 2025 se encuentra en máximos históricos para la fecha, solo por detrás del año 2016", indica la BCR. "Con el influjo del cereal a toda marcha, a medida que se sigan sumando las nuevas toneladas, el peso de la oferta local se seguirá midiendo con el nivel de demanda externa que por ahora sigue firme, traccionando un line-up de embarques para las primeras semanas de la nueva campaña de 1,3 millón de toneladas, un 80% mayor que el último par de años y muy por arriba del promedio de los últimos cinco", agrega.
Sin embargo, los diferentes espacios que integran el “campo” vienen abierta o solapadamente planteando problemas de rentabilidad por el alza de los costos en dólares y sostienen que el “atraso cambiario” los desfavorece. Con los datos recién publicados, CIARA planteó que representan al principal producto de exportación del país y que “Argentina sigue estancada en su producción y en el crecimiento exportador, dependiendo exclusivamente de las variaciones de precios internacionales para modificar su estructura exportadora”.