Frente a un recinto vacío de legisladores y gobernadores del arco opositor, durante la apertura de sesiones ordinarias 2025, el presidente Javier Milei adelantó que el Ejecutivo nacional busca concretar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Este lunes en conferencia de prensa desde la Casa Blanca, el primer mandatario estadounidense, Donald Trump, le respondió: “Consideraría cualquier cosa. Creo que es un gran líder".

Anteriormente a la declaración del líder norteamericano, el encargado del Departamento de Estado para América Latina de ese gobierno había descartado de lleno la posibilidad. “El presidente Trump ha sido muy claro en que no estamos buscando nuevos tratados de libre comercio”, afirmó Mauricio Claver Carone.

Idas y vueltas

A diferencia de los que ocurrió en 2018, durante la primera presidencia de Trump, está vez, al menos hasta ahora, no hubo excepciones para "los amigos". Por entonces, no sólo Mauricio Macri, sino que otros países lograron flexibilizar la medida para que se exceptuara del impuesto a un porcentaje de los insumos de producción nacional que llegaban a Estados Unidos.

En la ronda con periodistas, realizada este lunes en la Casa Blanca, donde estimó la posibilidad de evaluar un TLC con Argentina, Trump aseguró además que “no queda margen para México ni para Canadá. No. Los aranceles, ya saben, ya están todos listos. Entrarán en vigor mañana (martes)”.

En cambio, hace pocos días, en declaraciones radiales, Claver Carone afirmó que “hay una oportunidad de trabajar con Argentina sobre algún tipo de acuerdo que pueda proporcionar más inversiones”, pero al mismo tiempo aseguró que no habrá acuerdos de libre comercio “como se conocieron en los noventa, ya esa etapa se terminó para nosotros”. Convenio para la promoción de inversiones sí, TLC no, avisó el funcionario. Ahora Trump lo relativizó. 

Casi en simultáneo, el mandatario argentino anunciaba durante su discurso a la asamblea del sábado 1 de marzo: “tenemos la oportunidad histórica de firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos, una oportunidad que ya se nos presentó hace veinte años y dejamos pasar” y adelantaba la posible la salida de Argentina del Mercosur porque “lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileños a costa de empobrecer a los argentinos”.

No es el primer desencuentro de los libertarios con la administración Trump: la “familiaridad ideológica” que según Milei lo une al mandatario norteamericano no fue suficiente para que los EE.UU. excluyeran a la Argentina del cobro de aranceles del 25 por ciento al acero y al aluminio.

"Argentina ha seguido exportando acero a Estados Unidos en cantidades insostenibles, especialmente en los últimos tiempos, en el caso de productos semiacabados", afirmaba al respecto la proclama de Trump, que también cuestionó la falta de transparencia de los datos argentinos.

América primero

Además, el modelo económico que lleva adelante la gestión libertaria dista mucho de parecerse al “América primero” de Trump. Mientras Milei impulsa la apertura comercial a mansalva, el estadounidense privilegia el desarrollo industrial y el trabajo norteamericano con la puesta en marcha de tributos altos para los productos que ingresan desde el exterior.

Entre los más afectados por la nueva forma de comercio que plantea Trump se encuentran Canadá, Brasil, México y Corea del Sur. En el caso de Argentina, Aluar y Techint son las empresas más dañadas. Sin embargo, los países aún esperan con que solo China sea alcanzada por la política arancelaria extrema que califican como "guerra comercial".