El posible acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza está llegando a temperaturas bajo cero. Si venía mal antes de que estallara la estafa de Libra, ahora Mauricio Macri no oculta que quiere mantener la mayor distancia posible de Javier Milei. Y daría más señales si no lo detuviera un sector importante del PRO que buscan una alianza a toda costa con Milei, preocupados por los resultados electorales. No obstante, hasta los más entusiastas de un acuerdo en el PRO hoy lo ven lejos. Donde más posibilidades podría haber de que las dos fuerzas se unan es en la provincia de Buenos Aires, con un frente antiKicillof. Sin embargo, las negociaciones ni siquiera comenzaron.
Mauricio Macri viene dando señales de su hartazgo por el destrato que dice sufrir de Milei y especialmente de su entorno, Santiago Caputo y Karina Milei. En enero,
cuestionó al Gobierno no mandar el Presupuesto, en lo que le valió una discusión interna. Cuando estalló el Criptogate, el expresidente aseguró que Milei estaba mal rodeado. Ante la decisión que tomó con la Corte Suprema, Macri ensayó una suerte de autocrítica y, de paso, sostuvo que era incorrecto nombrar jueces en el máximo tribunal por decreto.
En respuesta a esto, Milei primero le respondió de volea que él lo había tenido de candidato a Horacio Rodríguez Larreta, al que acusó de coimear periodistas con recursos porteños (declaración por la cual Larreta anunció que le iniciará acciones legales). Pero después el presidente volvió a dar señales de que quiere un acuerdo con el PRO: “Karina tiene un rol muy importante en términos políticos, Santiago (Caputo) es una mente verdaderamente brillante, pero el presidente de los argentinos soy yo, y yo soy el que toma las decisiones y mi objetivo es terminar con el kirchnerismo”, dijo, en un planteo de que él podría ponerse por encima de su entorno y lograr un acuerdo.
Pero Milei ya había lanzado un gesto similar en enero. Macri respondió que avanzaran con el acuerdo y designó una comisión de negociadores. Pidió que La Libertad Avanza nombrara a los propios. Todavía está esperando que le respondan.
En concreto, en el PRO distintas fuentes de las más acuerdistas indican que hoy no hay ningún tipo de negociaciones. No las hay en Ciudad, donde Jorge Macri buscará defender el territorio de la avanzada violeta con unas elecciones desdobladas.
Pero, sobre todo, no las hay en la provincia de Buenos Aires, donde hay muchos más dirigentes interesados en negociar. Concretamente, entre los acuerdistas se cuentan al intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, a Diego Santilli y al titular del PRO bonaerense, Cristian Ritondo. Este diario habló con ese sector y varios de sus referentes advirtieron que no hay por ahora chances de negociar. Y mucho menos hay un acuerdo cerca. Algunos empiezan a desesperarse y sugieren planes como que el PRO no se presente y negocie lugares en las listas libertarias.
De eso, no quiere escuchar Macri, pero tampoco otros dirigentes que siguen en la línea de no acordar: entre los autonomistas, están la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, Pablo Petrecca y Silvia Lospennato. Pero el obstáculo real no son ellos.
Por el momento, el problema parece ser que el interés de Karina Milei no es acordar con el PRO, sino robarle la mayor cantidad de dirigentes posible y luego correrlo del mapa electoral después de este año.
Eso es lo que viene repitiendo Macri. Pero los acuerdistas sostienen que si no hay una negociación, corren el riesgo de sacar porcentajes vergonzosos. No obstante, ante la consulta de este diario, el dato es que hoy los acuerdistas tampoco ven una negociación cercana con LLA.
Sí con la UCR. Después de dejar el Gobierno porteño, Néstor Grindetti no se pasó a La Libertad Avanza como especularon algunos, sino que volvió a ocuparse de la política en la provincia de Buenos Aires. Concretamente, va a asistir a Ritondo en la alianza con los radicales bonaerenses. Para marzo, preparan una cumbre de intendentes de la UCR y del PRO. El análisis que hacen es que LLA no tiene el despliegue territorial que consiguen ambos juntos, por lo que un preacuerdo electoral entre ambos espacios -con Maximiliano Abad por el lado de los correligionarios- les permitirá demostrar poder territorial ante una eventual negociación.
Macri, en tanto, está planeando empezar con recorridas por el país en marzo. Córdoba sería su primer destino. La encargada de la campaña porteña y jefa de la Fundación Pensar, María Eugenia Vidal, también está trabajando en una cena de recaudación de fondos para abril. Pero sería más que eso. Podría llegar a ser un relanzamiento del PRO con todos sus candidatos, que irán solos si triunfa la línea autonomista.