“Cuando sentís las risas y los aplausos es una inyección de energía muy grande”. El actor argentino Diego Pérez utiliza esas palabras para definir lo que siente arriba del escenario cuando sube a protagonizar Toc toc, la comedia que ostenta el récord de espectadores, con más de una década y media en cartel.
Se trata de una de las obras más importantes de la escena local, que hace más de una década y media bate récords y se mantiene en cartel en el teatro Multiteatro, de la calle Corrientes, con el libreto del talentoso autor francés Laurent Baffie, donde seis personajes que pardecen trastornos obsesivos compulsivos (TOC) se encuentran en una sala de espera, en el consultorio de un psiquiatra reconocido, a donde aguardan para tratar de solucionar sus dificultades, aunque el profesional nunca llega y ellos deben abordar sus problemas y llegar a sus propias conclusiones.
“La verdad es que Carlitos Rottemberg, hacedor de esta producción, siempre nos dice que uno puede planificar todo: la mejor obra, el mejor actor, el mejor guion, pero a veces no resulta. Y a veces, sí”, contó Pérez en una entrevista con Víctor Hugo Morales en la AM 750. “Hace 15 años no era un término conocido, ahora todos hablamos del toc, del trastorno obsesivo compulsivo. Todos tenemos un toc”, agregó.
Pérez además repasó su carrera. “Hay muchos trabajos que a uno le ofrecen y no los hace. A todos los que agarré le puse una pasión muy grande. No soy de los Maradona o de los Messi, pero dejo todo en la cancha, me pongo la camiseta, soy un “Cholo” Simeone, un Rodrigo de Paul”, bromeó.
“Una vez lo escuché a Dady Brieva decir que era como las máquinas de café: querés un capuchino, apretás el botón, te da uno. En lo que siento que puedo funcionar, le pongo toda la pasión, me pongo la camiseta del equipo. Ahora tengo la camiseta de Toc Toc puesta, siento que soy incondicional al equipo en el que estoy”, agregó.
El actor contó que este fin de semana largo de carnaval hicieron nueve obras. “El público nos ha acompañado, es una comedia que no para un segundo, pero cuando sentís las risas y los aplausos en medio de la función es una inyección de energía muy grande y muy linda”, resaltó.